Ciudad de México.-El acuerdo voluntario entre el gobierno federal y empresarios gasolineros para fijar el precio del litro de gasolina Magna en 24 pesos entrará en vigor mañana. Durante los próximos 15 días, las estaciones de servicio, en particular las de Pemex, ajustarán sus precios para alinearse con el pacto, informó la secretaria de Energía, Luz Elena González Escobar.
Este acuerdo, sin carácter obligatorio, tendrá una vigencia inicial de seis meses. En este periodo, Petróleos Mexicanos (Pemex) establecerá un precio mayorista nacional que permita a las estaciones de servicio vender por debajo del tope acordado. Asimismo, la Secretaría de Hacienda mantendrá los estímulos al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), cuyo incremento desde 2019 ha sido de más de dos pesos por litro. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) será responsable de supervisar que las estaciones respeten el precio pactado.
“Buscamos acuerdos con todos los actores del sector, desde grandes importadores hasta dueños de estaciones de servicio, para alcanzar un precio justo sin afectar a las familias mexicanas”, señaló González Escobar.
En Jalisco, la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas) informó que mil 050 estaciones se sumarán al acuerdo. Sin embargo, su representante, Juan Pablo González, advirtió que las primeras semanas serán clave para evaluar su viabilidad. Además, pidió que se refuerce el combate al huachicoleo, ya que el robo y reventa de combustible afecta al mercado formal al permitir la venta por debajo del precio regulado.
Por su parte, la Organización Nacional de Expendedores de Petrolíferos (Onexpo) enfatizó la necesidad de revisar los costos logísticos y reducir la burocracia que afecta al sector. Pese a estas preocupaciones, la organización reafirmó su disposición a participar en el pacto.
Norma Ampudia, académica de la Universidad Panamericana, consideró que la medida busca contener la inflación y cumplir con la promesa del gobierno anterior de no aumentar el precio de la gasolina. Sin embargo, advirtió que el país difícilmente podrá sostener este control de precios durante seis meses. “Es una estrategia política que ya se ha intentado en gobiernos anteriores, pero los controles de precios nunca funcionan cuando los costos de producción aumentan y la productividad baja. Esto puede provocar el cierre de empresas y el auge del mercado negro”, señaló.
Desde la Reforma Energética, el número de gasolineras en México se duplicó para mejorar el abasto y reducir costos. No obstante, a más de una década de su implementación, el precio de la gasolina ha aumentado de 10 pesos por litro en 2012 a casi 25 en 2024. Este incremento, explicó Ampudia, responde a la caída en la producción petrolera, el agotamiento de los pozos y la falta de inversión en extracción y refinación. “No tenemos recursos para explotar petróleo de mejor calidad ni eficiencia en las refinerías”, concluyó.
El acuerdo de 24 pesos por litro representa un esfuerzo de contención de precios en un contexto de inflación y volatilidad económica. Su éxito dependerá de la estabilidad del mercado energético, la respuesta de los empresarios y la capacidad del Gobierno para mantener los incentivos fiscales. La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que la medida busca proteger la economía de las familias, aunque su impacto será evaluado conforme avance su implementación.