El ánimo del electorado no está del lado del partido naranja y menos del alfarismo, es el costo de sus corruptelas y mentiras. Eso lo sabe la oposición, y ese es el origen de la megacoalición Morena, Hagamos, Futuro, PT y Verde. Esa alianza es vista como un monstruo amenazante de color guinda y de ojos rasgados que personificaron este fin de semana, en el rostro del líder de Futuro, Pedro Kumamoto y a quien pretenden parar a puras mentadas de madre. Los naranjas advierten viene un sunami político que quieren frenar con la desgastada y polémica figura de Pablo Lemus, a quien este fin de semana –para bien o para mal- se le impuso Kumamoto, quien fue tendencia por tres días.