El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó esta mañana en rueda de prensa desde Palacio Nacional que el saldo por la explosión de una toma clandestina en Tlahuelilpan, Hidalgo, es hasta el momento de 66 muertos y 76 heridos de gravedad.
Informó que las personas lesionadas fueron trasladadas a los hospitales tanto de la Ciudad de México como de la localidad. No obstante, el mandatario aseguró que su administración no desistirá en el combate al robo de combustible.
“Desgraciadamente ayer le tocó a la gente de Hidalgo, pero es un riesgo constante (…) Por esto, aunque duela mucho, tenemos que seguir con el plan de acabar con el robo de combustible y estas prácticas, no vamos a detenernos, vamos a erradicar esto”, dijo.
El Secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Crescencio Sandoval, lamentó que los pobladores del lugar hayan hecho caso omiso a las advertencias de los soldados en el lugar, mismos que se trasladaron para inspeccionar la zona en cuanto se detectó la fuga.
Al igual que Alfonso Durazo, secretario de Seguridad, el titular de Sedena declaró que los gendarmes prefirieron replegarse antes que evitar fricciones con la población, debido a la gran afluencia de gente en la zona.
Por su parte, Octavio Romero, director de Pemex, precisó que el ducto que explotó estaba en proceso de ser llenado luego de que el 23 de diciembre pasado su operación fue suspendida en el marco de la estrategia para combatir el llamado “huachicoleo”.
A su vez el Director General de Pemex aludió la labor que realizaron tanto los técnicos de Pemex y Protección Civil, quienes lograron sofocar el incendio provocado al poco tiempo.