Hurgar con catalejos.
Amado Aurelio Pérez
Llanto de rama
Ruth Escamilla Monroy
Este poemario me recuerda al viaje que hace Juan Preciado para encontrar a su padre y descubre un lugar de muertos, esos ecos que se le van revelando en cada lugar por el que cruza. Lo mismo sucede en Llanto de Rama. Libro galardonado con el primer lugar en XV juegos florales de Encarnación de Díaz.
En la primera sección, Raíz, reflexionar sobre la poesía moderna y los misterios de la creación. Menciona la sobriedad, austeridad y espontaneidad que desembocarían en un realismo ajeno a lo artificioso como a lo maravilloso.
BATALLA
Sirven las palabras si conoces al rival
si es oscuro, inasible sin mirada
viene el sonido desde dentro de la entraña.
La batalla es en la sangre, entre las células
aferrándose a la vida, negarse a soltarla
frente al despliegue evidente de la sombra.
Primera vocal aprendida y última
pronunciada entre el dolor de agitaciones.
Lucha a ciegas con la muerte enmarañada.
¿Para qué el afán? ¿Para que el alimento?
¿Para que las agujas, las infiltraciones?
Libre en la guerra, aunque la pierdas
¿Qué más da?
Libre de abrazarme en los últimos adioses.
Libre del cuerpo, libre de la materia, libre.
No es extraño, entonces, que en la segunda sección del libro convivan, desde la vertiente lírica, una decantación más seca, sin soslayar nunca su amorosa emotividad. Una poesía de signo elegíaco y carácter contenido. Cuya ética predica la aceptación del paso del tiempo y el final del eclipse humano en la resurrección del verso.
Padre
Tronco de cuatro ramas, sin raíz te
habías quedado. Erguido estuviste
hasta donde fue posible, pero vuelve
todo árbol a la tierra
o a la ceniza.
En la contracubierta de Llanto de rama, Ángel Corral Romero, ahonda en el eco de sonoridades y encuentra una nota encomiadora que empieza: “Con una prosa clara y sin artificios…” que hace de este modo una poética, una forma de afrontar la existencia.
La autora, busca precisamente el “artificio”, que podría ser otro nombre para “riesgo” o “apuesta”, ambos condición sine qua non de cualquier obra memorable.
Durante la pandemia, centenares de poetas han compartido sus versos en redes y han participado con poemas y reflexiones en encuentros y festivales realizados en distintas plataformas. Esto evidencia que en tiempos aciagos se incrementa el impulso creativo, incluso como una manera de ir en contravía de los intereses de la sociedad de consumo, favorecida por una masa a la que la poesía no interesa. Ante la imposibilidad de un análisis pormenorizado de obras y autores en un breve artículo, lo mejor es hablar de poéticas y tendencias, a partir de emblemáticas colecciones, antologías y festivales.
Distintas publicaciones señalan variadas poéticas y tendencias, que van de la poesía intimista a la esteticista, conversacional, irónica, erótica y de ruptura de formas. Autores nacidos entre los años cincuenta y los ochenta. Afirman y refieren a las dificultades de hacer antologías de nombres u obras no canonizados, regionales y de escasa circulación nacional que de algún modo “se mantienen en una relativa periferia: Ediciones el viaje, La casa del mago tallador, Papalotzi, y las Ediciones cartoneras, Si las editoriales comerciales ignoran la poesía, en otros espacios no sucede lo mismo.