Guadalajara, Jalisco.-Menores de la estancia infantil Ferrocarril que pertenece al ayuntamiento de Guadalajara, son presuntamente violentados de forma física, psicológica y verbal por parte de la maestra Karina Valencia García, quien ya fue reportada por las madres ante la directora, Cecilia Barrera Meléndez, pero lejos de solucionar el problema, solapa el comportamiento de la mentora.
El grupo a cargo de Karina Valencia está integrado por alrededor de 16 infantes, cuyas edades oscilan entre los tres y casi seis años de edad, y al menos la mitad han sido violentados, sostienen las mamás de los niños.
Las madres de familia, de escasos recursos, aseveran que a raíz de que Karina Valencia está a cargo de sus hijos, notaron que cambió su comportamiento, llevándolas a averiguar que su cuidadora los golpea, grita, deja sin comer y no les da agua.
Cuando las madres reclamaron a Karina Valencia, ella negó y minimizó los señalamientos. Una empleada de la estancia comentó que al interior del plantel la maestra se jacta que no le pueden hacer nada debido a que está sindicalizada.
Es por ello que las madres de algunos de los niños afectados acudieron ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco a presentar una queja por el “maltrato físico, psicológico, alimenticio, y bullying” que padecen sus hijos.
Las señoras a la vez acudieron con regidores de las fracciones de oposición para pedir su intervención, y mientras se investiga el caso, piden que Karina Valencia sea enviada de manera inmediata a otro sitio donde no tenga contacto con menores, y se brinde ayuda psicológica a los afectados.
De acuerdo con una persona que labora dentro de la estancia infantil, Karina Valencia ha presentado el mismo comportamiento reprobable en las estancias de Santa Cecilia, Polanco y Río Verde, “pero solo la transfieren”, “y no se le da seguimiento a los reportes de padres de familia”, asevera la empleada.
A la vez comentó que las anteriores directoras de la estancia Ferrocarril, Claudia Olvera, y Laura Avizai tuvieron conocimiento del maltrato a los menores por parte de Karina Valencia, y no actuaron.
La psicóloga del lugar, identificada como Iris Equihua, también sabe de la situación que padecen los niños, sin embargo, no lo reporta.
La misma empleada ha sido testigo que Karina Valencia amenaza y jala a los niños por no terminarse sus alimentos, y los golpea. “Les quita el plato a los niños por platicar entre ellos, los sacude y los pone contra la pared”, comentó.
Dijo la empleada que ha intervenido para detener el maltrato físico y psicológico que Karina ejerce hacia los niños, pero la maestra no hace caso, en tanto comentó la situación a la directora le advirtió que si hablaba la despedirían, y no podría conseguir empleo en ningún otro sitio.
Recordó que en una ocasión pidió a Karina dejar en paz a una niña quien jalaba su plato y suplicaba que se lo dejara porque tenía mucha hambre, pero la maestra no escuchó.
En su queja, las madres de familia refieren que en agosto de 2019 intentaron informar del maltrato que reciben los menores, de forma directa, a la jefa de estancias infantiles, Lorena Alejandra Virgen Sánchez, a quien se buscó en varias ocasiones, pero nunca estuvo presente en su oficina, “se le dejó mensaje, no hizo nada”.
En su portal de internet, el municipio tapatío anuncia que su programa “Estancia Segura” está “dirigido a padres de familia que trabajan, o buscan trabajo, para que tengan un espacio seguro para dejar a sus hijos durante su jornada laboral”.
En total, son 13 estancias infantiles en Guadalajara, la de la colonia Ferrocarril, se ubica en la calle 8, número 1990, entre la 7 y la 9. No se cobra ningún peso por el servicio.
Los testimonios
Tras presentar su queja, madres de familia coincidieron en declarar que sus hijos presentan cambios en sus comportamientos al momento de dejarlos a la estancia, desde que se orinan antes de llegar, o si al ingresar se topan con la maestra Karina, se “repegan” a la pared.
Paula detalló que su hija de cuatro años de edad, cuando sabe que están cerca de la estancia, le comenta que tiene dolor de estómago, de cabeza, y le pide llorando regresar a la casa.
De hecho, al jugar con la niña le pide que ella sea la maestra Karina. “Se la vive gritándome, castigándome, regañándome, y le digo que mejor ya no quiero jugar porque es una maestra regañona. Y le hace, ‘es que debes de obedecer mamá'”.
Además, le comentó la niña que cuando no quiere tomar una siesta, Karina, le pega en los ojos para obligarla a dormir.
Cuando la señora le cuestionó a la directora por el trato que recibe su hija, le respondió que de maternal a preescolar, “el trato es diferente, y ya se les castiga”, y hasta se atrevió a decir que Karina es una buena maestra.
Cynthia refirió que su hijo le platicó de forma temerosa que la maestra lo obliga a comer parado, no le permite tomar agua, y le grita constantemente.
Ángeles tiene dos niñas en la estancia, la de 3 años de edad controla esfínteres en su hogar, pero por el temor que siente, en la estancia no lo consigue, por lo que le advirtieron que su hija podría ser suspendida. La señora solicita al municipio que instalen cámaras en el sitio, que tengan un mejor control y se contrate personal con el perfil adecuado.
Gabriela también tiene dos niñas en la estancia, de 4 y 6 años, dijo que la menor ingresa asustada al sitio, “se pega a la pared, para cuidar sus pompitas”, cuando ve a la maestra Karina.
Habló con la actual directora, así como sus antecesoras y la psicóloga, sobre el comportamiento que presenta la menor, y del nulo cuidado que tiene con su hija al entregarla sucia. No hubo una respuesta positiva.
“Hay ocasiones en que la niña, sale echa pipi, cuando en casa no se hace, lo peor es a las 5 de la tarde que me la entregan, no me avisan que le lleve un cambio para que no salga mojada”, mencionó.
Su hija menor, en varias ocasiones ha salido sin comer por supuestamente estar jugando.