Guadalajara, Jalisco.- Aunque ya en su candidatura hacia la presidencia de México, Ricardo Anaya Cortés ─que recién dejaba la dirigencia Partido Acción Nacional─había cuestionamientos sobre su patrimonio, el cual atribuyó a la compraventa de una nave industrial en Querétero, el también candidato a la gubernatura de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, lo definió como “un hombre de bien” y llamó a votar por él.
Acción Nacional y Movimiento Ciudadano, partido de Alfaro Ramírez, conformaron una alianza electoral en los comicios de 2018.
Durante el proceso electoral el ahora mandatario estatal apoyó públicamente a su compañero de coalición, en mítines y redes sociales.
El 22 de abril de 2018, por ejemplo, el emecista enalteció el desenvolvimiento de Anaya Cortés durante el primer debate presidencial organizado por el Instituto Nacional Electoral: “¿Así o más claro? Más allá de colores y partidos, @RicardoAnayaC demostró en el #DebateINE que es el candidato más preparado y el único que puede darle rumbo a este país”, escribió.
“Los mexicanos acabamos de ver quiénes son en realidad los candidatos a la presidencia de la República. Lamento mucho ver esta versión de Andrés Manuel: no respondió ni una sola de las preguntas que se le hicieron y eso es una falta de respeto para todos”, abundó.
En esa ocasión también se lanzó contra el Partido Revolucionario Institucional, que enarbolaba la candidatura de José Antonio Meade, exfuncionario federal, cercano a Enrique Peña Nieto.
“Ver a un candidato del PRI hablando de combatir la corrupción y la impunidad es por lo menos el colmo del cinismo, es ofensivo”, apuntó.
Pero las muertas públicas de apoyo fueron más allá.
La segunda semana de junio, durante un evento político en el que aparecieron Anaya Cortés y Alfaro Ramírez, el político naranja despreció al PAN, pero no al candidato presidencial, a quien se refirió como “un hombre de bien”.
“Yo no apoyo ni apoyaré jamás al PAN. Apoyo a Ricardo Anaya como un hombre libre, como un hombre de bien, y como el próximo presidente de México”, declaró.
También llegaron a colocar en redes sociales videos en que hacían gala de apoyo mutuo, como el 7 de marzo del año referido.
“El régimen ya eligió a su enemigo, así que yo ya elegí a mi candidato”, dice Enrique Alfaro en la grabación, al tiempo que palmea la espalda de Anaya Cortés.
Me dio mucho gusto saludar ayer a mi amigo Enrique Alfaro y le agradezco su solidaridad frente a la campaña de mentiras que el gobierno ha emprendido en mi contra.
“El régimen ya eligió a su enemigo, así que yo ya elegí a mi candidato”: Enrique Alfaro. pic.twitter.com/VUsVxBEBqm
— RicardoAnayaC (@RicardoAnayaC) March 7, 2018
La nave industrial
En pleno proceso electoral, la extinta Procuraduría General de la República (PGR) comenzó a investigar la presunta compraventa ilícita de una nave industrial, cuyos recursos invertidos tendrían origen en actividades ilícitas.
La polémica comenzó cuando se reveló que Manuel Barreiro, empresario queretano, buscaba oculta la procedencia de 54 millones de pesos pagados a la sicedad Juniserra, de la que eran socios Ricardo Anaya, su esposa y sus suegros, para la compraventa del inmueble.
Esto según declaraciones de David Alberto Aarón Galindo González y Daniel Rodríguez Velasco, abogados involucrados en el negocio, ventiladas por la revista Proceso. También se reveló que Anaya y Cortés mantenía una íntima relación con Barreiro, a pesar de que el primero lo había negado.
Los abogados crearon la sociedad financiera Tesorem para ocultar el origen del dinero de la compra de la nave industrial.
Posteriormente, Tesorem dio un crédito a la empresa compradora, Manhattan Master Development, dicho dinero provenía de Barreiro y tuvo que circular por varias empresas de México y el extranjero para ocultar su origen.
Además, la empresa Manhattan Master Development fue constituida por prestanombres de Barreiro.
Los recursos para la compraventa de la nave industrial y otros negocios provenían “de un préstamo que Alejandro Soto Septién, un empresario de Querétaro, le realizó a Manuel Barreiro por la cantidad de 180 millones de pesos”.
El dinero para el primer pago de la compra, fue por 16 millones de pesos, y provenía de la empresa «Masa Sailing, Ltd», con domicilio en un “paraíso fiscal” de Gibraltar.
El siguiente pago, de 38 millones de pesos, se hizo llevando el dinero a una empresa de Canadá, luego a las Islas Turcas y Caicos, después a otra entidad en Canadá, luego a otra compañía y finalmente a Tesorem, que otorgó un “crédito” a Manhattan Master Development.
Rodríguez Velasco también mencionó al empresario español-mexicano Juan Pablo Olea, investigado en España.
Pese a estos indicadores, y dos días antes de que Peña Nieto dejara el poder, la PGR absolvió a Ricardo Anaya del delito de lavado de dinero.
“Los recursos operados tienen su origen y destino en actividades lícitas, pues es claro que éstos se encuentran sustentados en diversos ingresos propios de su actividad económica inmobiliaria y un crédito bancario”, sostiene el expediente que declaró la absolución.
La acusación
En este entramado de acusaciones de corrupción, Emilio Lozoya Austin, exdirector de Petróleos Mexicanos, detenido por la Fiscalía General de la República reveló que Ricardo Anaya recibió 6.8 millones de pesos a cambio de apoyar la Reforma Energética. Esto mientras el panista presidía la Cámara de Diputados, entre 2013 y 2014.
De acuerdo con el diario Reforma, el anterior gobierno priista destinó una bolsa total de 52 millones 380 mil pesos para sobornar al excandidato presidencial y a otros panistas, entre los que destacan los hoy gobernadores de Querétaro, Francisco Domínguez, y de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca.
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