Cuatro hombres detenidos por las autoridades en una provincia del sur de China, acusados de ayudar a ingresar al país a otras personas de forma ilegal a través de la frontera, fueron exhibidos en las calles, una medida que provocó controversia por la humillación pública a los involucrados.
Los presuntos delincuentes fueron llevados este martes por las calles de la pequeña ciudad de Jingxi (provincia de Guangxi), próxima a la frontera con Vietnam, vistiendo trajes de protección contra amenazas de alto riesgo que simbolizaban el peligro de la covid-19.
Lucían, además, carteles con su foto y nombre tanto delante como en sus espaldas, y sus brazos eran tomados por detrás por dos policías cada uno.
Los agentes también vestían trajes de protección completa.
Las fronteras de China están cerradas en gran parte debido a la política de Pekín de cero covid, que implica no convivir con el virus de forma controlada -como busca la mayor parte de los gobiernos en el mundo- sino detectar absolutamente cada caso, aislarlo y que no exista circulación comunitaria.
El país cuenta, además, con un fuerte programa de vacunación que ya alcanza al 86% de su población con la pauta completa.