Felipe Cobián Rosales
08 de marzo de 2022.- Tan rápido desapareció el futbol como mero deporte para convertirse en un enorme negocio de unos pocos que lo han mezclado con muchos intereses, terminó el alegre e inofensivo “chiquiti-bum, a la bio, a la bao…” de las porras para dar paso a las “barras bravas” que en su nombre llevan fama de violentas.
Fomentadas, y hasta subsidiadas por los propios clubes futboleros que las importaron de los fanáticos (“hinchas”) argentinos allá por la mitad de la década de 1990 a instancias de dueños, directivos y exjugadores sudamericanos convertidos en preparadores físicos y entrenadores (distintos medios de comunicación han recordado ahora entre los principales al empresario argentino Andrés Fassi y al
presidente del Club Pachuca, Jesús Martínez con aquella “Ultra Tuza”). Hoy algunas barras, a ejemplo, o peor que los hooligans ingleses, son verdaderas hordas salvajes.
Ya lo vimos con gran pena y vergüenza -y muchos lo sufrieron en carne propia- lo que se vivió en el estadio La Corregidora, de Querétaro el sábado pasado, en una auténtica batalla campal que inició en las graderías y que se extendió luego por todo el campo sin que hubiera autoridad que contuviera a esas decenas de jovenzuelos, algunos no tanto, simpatizantes del equipo local que se arrojaron a atacar a sus contrarios del Atlas que tampoco han cantado mal las rancheras y también han caído en los golpes y ataques directos. Hoy fueron preponderantemente las víctimas.
Entre otras cosas extrañas que sucedieron en tribunas y cancha es que, sabedores de la gran rivalidad que hay entre las barras queretanas y las atlistas, nada hayan hecho los organizadores, y muy señaladamente
los anfitriones, el Club Querétaro particularmente y en segundo lugar la Federación Mexicana de Futbol, para prevenir y evitar este asalto, esta invasión impune.
Y lo más raro y digno de ser investigado a fondo también, es que en el estadio no haya habido o asistieron muy pocos policías municipales o estatales para para evitar, primero y luego contener a los atacantes armados con todo: tubos, varillas y hasta objetos punzocortantes y navajas que algunos aprovecharon para herir y hasta para cortar al
menos una red en una de las porterías. Ahí están los videos.
Lamentable que durante la gresca no se haya detenido a uno solo de los desalmados barristas que hasta parecían estar bajo los efectos del alcohol y las drogas.
A propósito, un aficionado queretano identificó en facebook por su nombre a un líder “huachicolero” como uno de los que comandaban a la barra local. Entre tanto, otro integrante de ésta, afirma que en estos grupos llamados por los dirigentes del futbol como de “animación”, afirma que en las barras hay de por medio otros “business”, entre ellos, los ilícitos, aunque solo algunas se involucran.
Apenas al cierre de esta columna, casi 60 horas después habían sido capturados diez de estos desquiciados presuntos criminales. Eso sí, que ya habían sido identificados 26 agresores y que el número de heridos hospitalizados ascendía a otro tanto, 26, tres de ellos graves y ningún muerto según el reporte oficial de las autoridades locales (panistas).
No obstante, de acuerdo con declaraciones grabadas en videos y difundidas en redes sociales, se sigue asegurando que sí hubo algunos muertos que siguen ocultando o disfrazando que los hubo en accidentes,
etcétera. Con las reservas debidas, como los intereses políticos u otros que pudieran esconderse, va a la consideración de cada quien, y tal cual, parte del testimonio difundido el domingo por un letrado que se identifica como Antonio MV:
“Como algunos saben soy abogado y, me buscó una persona para pedirme apoyo: copio y pego el texto que dice: licenciado, mi nombre es (.) Y necesito de su ayuda y asesoría para que me diga qué debo hacer soy de Guadalajara desde ayer en a noche me vine a Querétaro a buscar a mi hermano me traslade al SEMEFO para reconocer su cuerpo al entrar vi algunos cuerpos que tenían tatuaje del Atlas y le pregunté al médico si también eran de lo ocurrido en el estadio y con Tono molesto me dijo que no que, eran Víctimas de un accidente de tránsito. Sin embargo se han negado a entregarme el cuerpo de mi hermano aunque ya lo haya reconocido, con el argumento Qué, es domingo y no hay quién realiza a autopsia, lo peor del caso es que me entrevisté con dos licenciados uno dijo ser representante del del gobernación de Querétaro y otro de Jalisco me ofrecieron $20MDP más los gastos funerarios con a condición de que no hable con la prensa y niegue que mi hermano fue víctima de lo acontecido en el fútbol, tengo mucho miedo por mí seguridad” (sic).
Uno ignora el tamaño del negocio y otros intereses del futbol y sus alcances, pero la cifra supuestamente ofrecida como soborno, parece muy desproporcionada.
Si no hay colusión entre autoridades, empresas futboleras, televisoras, patrocinadores barristas, posible crimen organizado y demás intereses que inciden en este enorme negocio, podremos esperar
medidas correctivas muy fuertes y decisivas como desafiliación de equipos, clausura definitiva de concesiones, estadios, cárcel a los responsables y demás castigos para que no se vuelvan a repetir desmanes que nos avergüenzan y ponen en grave peligro a los verdaderos aficionados y a las propias familias.