Entre el quinto año de la franquicia de los Charros de Jalisco en la Liga Mexicana de Béisbol del Pacífico, el cambio de administración estatal y el título del equipo, nacen los Astros, franquicia del básquetbol profesional con integrantes de la directiva de la novena tapatía.

La dirigencia de los Astros, encabezada por el empresario Salvador Quirarte, busca congratularse con la administración estatal de Enrique Alfaro Ramírez del mismo modo en que los Charros lo hicieron con el exgobernador Aristóteles Sandoval.

Al igual que sucedió con el equipo de béisbol, este proyecto de baloncesto recibirá apoyo y dinero del estado. El esquema de colaboración es el mismo: la directiva de Astros apoyará con la rehabilitación del polideportivo Ávila Camacho (que será la casa de la quinteta tapatía), creciendo su aforo de 3 mil 200 lugares a 5 mil 500 y promocionando el deporte, siendo la manera de argumentar la fusión entre iniciativa privada y recursos públicos.

Queda en el aire el tema del comodato de la instalación, de cuántos años será el arreglo, algo que a los Charros les ha permitido generar un negocio al menos en la última temporada, la del campeonato de la novena.

Según datos de Forbes México, los Charros logran facturar entre 150 y 200 millones de pesos por temporada, además de ingresar─de 2014 a la fecha─alrededor de 365 millones de pesos por concepto de boletaje entre Liga Mexicana del Pacífico y eventos como Serie del Caribe y Clásico Mundial de béisbol.

Veremos pues el impacto de los Astros de Jalisco, nueva franquicia de la Liga de Básquetbol y del grupo de inversionistas de Charros, quienes al igual que en el caso del béisbol recibirán el apoyo del gobierno del estado, algo que en principio fue criticado por la actual administración a la ya saliente.