Amparo Reyes
Miércoles 03 de mayo de 2023.- Un tres de mayo pero de 1954, fue el día en el que Raúl Padilla López, conocido como “el licenciado” vino al mundo, el mismo día en que 69 años después, el actual rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Ricardo Villanueva Lomelí ofreció su cuarto informe de actividades, seguro el más importante y el más complejo de todo su rectorado.
Con la imagen de “El licenciado” rondando las instalaciones del conjunto Santander, en el complejo universitario Belenes y la pregunta al aire sobre qué opinaría el exrector de la llegada del secretario General de Gobierno, Juan Enrique Ibarra Pedroza, en su calidad de enviado del gobernador Enrique Alfaro, Villanueva salió a rendir cuentas frente a “la manada” de la UdeG.
Retó a sus seguidores a que en “la UdeG no se dejará de pensar, soñar y trabajar en grande” como Raúl Padilla López lo hizo, según dijo.
En la premisa de su discurso predominante se presumió la forma en que la Universidad de Guadalajara logró salir adelante a pesar de los malos presupuestos, incluso menores a los del 2019, y cómo la expansión de la red universitaria es uno de los máximos méritos. Dijo que la casa de estudios tiene el presupuesto más bajo por cada alumno inscrito con relación a las otras universidades del país.
Pero la verdadera pregunta que se hacían todos los presentes era: ¿qué iba a decir el rector respecto al gobernador Alfaro y hacia dónde se dirige el conflicto que provocó casi 200 marchas contra Alfaro, tras un recorte de 140 millones de pesos y luego del suicidio de Raúl Padilla López registrado un mes y un día antes del informe del rector.
La respuesta fue sencilla, el rector pidió la unidad y la compañía de toda la comunidad universitaria ante el gobierno alfarista, para acudir al diálogo y de paso le mandó un mensaje al gobernador en el sentido de “no confundir prudencia con cobardía”. Dijo que no iba a permitir que se atentará contra la autonomía universitaria.
¿Qué significa esto? ¿Qué tanto el rector y el gobernador son conscientes de la situación crítica que se desata ante la representación federal, al ver a la casa de estudios en permanente conflicto con el gobierno de Jalisco? ¿Qué tanto la universidad tendrá que ceder, entregar, desaparecer o modificar al antojo de Alfaro los espacios promovidos por el finado Raúl Padilla? ¿Cuál será la propuesta de Alfaro para la FIL, el Festival de Cine, el Proulex, los Leones Negros y todas las empresas para-universitarias? ¿Acaso ya habrán adelantado algunos de estos temas?