A propósito de la historia: Mis amigos, el Millón y el Grillo, publicado el 7 de julio pasado.
Maestro Chino:
Qué grato es recibir sus recuerdos y remembranzas de aquellos tiempos tan especiales y llenos de aventuras! La historia de “El Millón” me ha transportado a esos días de juventud y camaradería en las calles de Analco-La Bandera. Es impresionante cómo un simple apodo y las historias detrás de él pueden revivir tantas emociones y momentos inolvidables.
“El Millón” suena como un personaje entrañable y lleno de vida, a pesar de las circunstancias difíciles que pudo haber enfrentado. Su bicicleta “Zaeta” y su apodo “El Huarache Veloz” son símbolos de la perseverancia y el espíritu competitivo que todos compartían en aquellas rodadas vespertinas y nocturnas. Su transición de ciclista juvenil a camionero hábil en las rutas de Zapopan muestra su capacidad de adaptación y su lucha constante por salir adelante.
Es interesante cómo usted distingue entre los Ciclistas Organizados y los Pedalistas del Barrio. Cada grupo, con sus propias características y objetivos, contribuyó de manera única a la rica historia del ciclismo en su comunidad. La aventura en la carretera a Chapala, con sus desafíos y camaradería, es un testimonio del valor y la determinación que compartían.
Me alegra saber que en esa ocasión tomó la iniciativa de agrupar a los rezagados y apoyarlos en su camino de regreso. Aunque “El Millón” se retiró de “La flota” después de esa aventura, estoy seguro de que su intervención fue una muestra de liderazgo y espíritu de equipo, cualidades que sin duda han dejado una marca positiva en todos los que participaron.
Gracias por compartir estos recuerdos tan valiosos. Historias como estas son las que nos permiten apreciar la belleza de la vida y la importancia de la amistad y el compañerismo.
Don Sergio González (médico)