El coronelazo
Silvia Patricia Arias Abad
David Alfaro Siqueiros es uno de los pintores muralistas más importantes de México. Su obra representa no sólo el reflejo de una etapa histórica particular del país, sino de un período artístico, de un movimiento excepcional: el Muralismo. Este movimiento estuvo conformado por pintores e intelectuales, los cuales permeaban en sus obras la intensidad política y social que se vivía en ese momento en México y en el mundo. Siqueiros fue un hombre que se distinguió por su creatividad y genialidad, un artista que puso en congruencia su modo de pensar y de ser, su pensamiento y su obra. Rodeado siempre de un fulgor ideológico, de origen revolucionario, Siqueiros perteneció al Partido Comunista Mexicano y estuvo siempre cercano a las luchas sociales y al activismo.
Su obra manifiesta un compromiso social y político. Más allá de considerarlo un objeto estético, el muralismo de Siqueiros muestra la necesidad y el vínculo que debe existir entre la obra y el mensaje político; y el arte de Siqueiros está repleto en detalles explícitos que demandan y denuncian las injusticias del sistema, reivindicando los derechos de los obreros y campesinos. No entendía el arte como una expresión ajena a los asuntos sociales, ya que la obra artística tiene como finalidad educar al espectador, evidenciar la existencia del pueblo en toda su desnudez, en toda su miseria, pero también en toda su generosidad y riqueza cultural.
En el Museo Nacional de Arte se pueden contemplar varías de sus obras. En una de las salas comparten el espacio “Madre proletaria”, “El rapto”, “Aurora de México”, entre otras. Pero la obra que resalta de forma inmediata, no sólo por el lugar central que ocupa en el espacio museístico, sino por el impacto que proporciona la imagen contundente de una mano enorme que se extiende por el extremo del cuadro, es el “Autorretrato” (El coronelazo), una obra elaborada con la técnica de piroxilina sobre celotex, pintada en 1945. El Autorretrato concentra en buena medida, las características artísticas y vivenciales de Siqueiros, de hecho, el sobrenombre de El coronelazo se debe a la participación que tuvo durante la Guerra Civil Española como teniente coronel del Ejército Republicano.
Este cuadro por sí mismo enarbola la fuerza y el coraje que Siqueiros siempre mostró hacia las luchas civiles, hacia los sectores más desfavorecidos y cuyas voces fueron acalladas. Él mismo fue objeto de represalias por sus ideas y acciones. Estuvo detenido en la tristemente célebre penitenciaría de Lecumberri donde permaneció encarcelado casi cuatro años acusado de disolución social debido a su apoyo al movimiento obrero y sindical. Un episodio histórico significativo, pues en México se luchaba por mejorar las condiciones laborales y educativas de la población.
La imagen de Siqueiros en el “Autorretrato” proyecta el poder de la resistencia, el puño engrandecido en tono retador ejerce una influencia hasta nuestros días. El cuadro es sumamente poderoso y atemporal, quien accede a la sala del MUNAL no puede más que sentirse atraído por él, el simbolismo que despliega en cada uno de sus detalles nos proporciona señales que son igualmente útiles para la interpretación de las luchas sociales actuales y futuras.
La capacidad de lucha se hace patente en la obra, el propio Siqueiros se presenta a sí mismo de forma heroica, con elementos de desgarro mezclado con colores vivos que resaltan de una pared azul obscuro diseñada así por la curaduría para resaltar aún más los colores de la obra, las formas fantasmagóricas que comparten espacio con la figura de Siqueiros conjuntan un plano dimensional que nos transporta a un espacio que puede ser compartido en cualquier tiempo, en cualquier época. La obra del coronelazo sigue apasionando al espectador, lo sigue motivando a la crítica de sus condiciones sociales, de su posición en la historia y del compromiso con los episodios más insondables de la historia del país, a la lucha constante contra la represión y el fascismo, al despertar fúrico pero contundente de un mexicano con una profunda conciencia social. ¡Que viva el coronelazo!¡Que viva!…
