Mirada Violeta: ¡Llegamos todas!

Foto: Especial

Este primero de octubre del 2024 recibí una video llamada de mi hija Viridiana desde otras tierras, con otra gente y otro horario; en otro país en donde se encuentra realizando sus estudios de Maestría. Estaba visiblemente emocionada; me dijo que había llorado con el discurso de Claudia, le dije que yo también. Y lloramos juntas por todo lo que significa la llegada de una mujer a la presidencia de nuestro país.

Cuando nació Viri escribí un ensayo que a la postre fue ganador en un concurso del Congreso de la Unión, cuando Marcela Lagarde presidía la Comisión de Feminicidios. En el ensayo describía lo que significa la llegada de mi hija a este mundo tan violento para las niñas y mujeres, pero tan lleno de posibilidades.

Desde niña, mi hija caminó conmigo en la lucha feminista, fue a las marchas, estuvo en los círculos de estudio feminista y hasta corregía a mis amigas cuando tenían expresiones patriarcales como el Que padre, y me decía, mami, ¿qué onda con tus amigas feministas? ¿Qué no saben que así no se dice?.

Igual que mi hija, caminaron conmigo mis hermanas, mis primas, mis sobrinas, mis amigas, mis tías, mis abuelas y mi mamá querida. Cuando logramos el primer matrimonio igualitario en Jalisco con la primera boda lésbica; mi mamá y mi hija estuvieron ahí, en el registro civil, en un lugar privilegiado para ser testigas de la historia.

Ahora ya no está mi mamá físicamente, pero el triunfo de Claudia también se debe a ella, a su mamá Elisa Salado Álvarez, que fue de las primeras mujeres en Jalisco en registrarse en un partido político (yo conservo su credencial de registro).

A ellas que fueron durante mucho tiempo, ciudadanas de segunda, porque no podían votar ni ser votadas. Tuvieron que pasar 101 años desde que la primera mujer diputada (Hermila Galindo en Yucatán), para que llegara la primera mujer a presidir los destinos de este país.

Claudia Sheimbaum recibió la banda presidencial de otra mujer histórica en nuestro país. Ifigenia Martínez. Me pregunta mi hija que quien era la viejita que ni siquiera se pudo parar para ponerle la banda presidencial. Le explico lo simbólico de la presencia de esta mujer de 94 años en el Congreso de la Unión para ser quien, entre mujeres, le coloque a Claudia la banda presidencial.

Si, Ifigenia es una histórica de la izquierda en nuestro país. Además de ser la primera mujer economista en hacer estudios de la desigualdad económica y laboral de las mujeres.
Ifigenia y Claudia son primeras en mucho de lo que ha ocurrido en México. En realidad, eso de ser la primera en lograr tal cosa, debería de darnos vergüenza, más que emoción. Ifigenia Martínez es la primera mujer mexicana en obtener un posgrado en Economía en la Universidad de Harvard en 1949 y posteriormente, un doctorado en 2013.

Durante los movimientos estudiantiles de 1968, se desempeñó como defensora de la autonomía de la UNAM y condenó las invasiones del ejército a Ciudad Universitaria.
En 2021, fue la primera mujer en recibir la Medalla Belisario Domínguez, la cual representa la máxima condecoración que otorgan el Estado mexicano y el Senado de la República. Y fue la primera en recibir el reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz.
Ahora Claudia, reconocida científica y política de 62 años, tiene el desafío de ser la primera mujer en gobernar a este país de 130 millones de habitantes.

Transcribo aquí la parte final de su discurso histórico, con el que Viri y yo lloramos y nos emocionamos como miles de mujeres:

“Hoy sabemos que las mujeres participaron en las grandes hazañas de la historia de México desde diferentes trincheras y también sabemos, que las mujeres podemos ser presidentas y con ello hago una respetuosa invitación a que nombremos presidentAcon “A” al final, al igual que abogada, científica, soldada, bombera, doctora, maestra, ingeniera, con “A”, porque como nos han enseñado, solo lo que se nombra, existe.

Hoy quiero reconocer no solo a las heroínas de la patria a las que seguiremos exhaltando, sino también a todas las heroínas anónimas, a las invisibles, que con estas líneas hacemos visibles, a las que con nuestra llegada a la presidencia y estas palabras hago aparecer, las que lucharon por su sueño y lo lograron, las que lucharon y no lo lograron.

Llegan las que pudieron alzar la voz y las que no lo hicieron, llegan las que han tenido que callar y luego gritaron a solas, las indígenas, las trabajadoras del hogar que salen de sus pueblos para apoyar a las demás, a las bisabuelas que no aprendieron a leer y escribir porque la escuela no era para niñas, llegan nuestras tías que encontraron en su soledad la manera de ser fuertes, a las mujeres anónimas, las heroínas anónimas, que desde su hogar, las calles, o sus lugares de trabajo lucharon por ver este momento, llegan nuestra madres que nos dieron la vida y después volvieron a dárnoslo todo, nuestras hermanas que desde su historia lograron salir adelante y emanciparse, llegan nuestras amigas y compañeras, llegan nuestras hijas hermosas y valientes y llegan nuestras nietas, llegan ellas, las que soñaron con la posibilidad de que algún día no importaría si nacimos siendo mujeres u hombres, podemos realizar nuestros sueños y deseos, sin que nuestro sexo determine nuestro destino, llegan ellas, todas ellas que nos pensaron libres y felices.”
Hoy llega Claudia y con ella, llega Viri, llego yo, ¡llegamos todas!.

 

Dra. María Guadalupe Ramos Ponce
Coordinadora de CLADEM en México
Profesora Investigadora de la UdeG.
@dralupitaramosp
lupitaramosponce@gmail.com
Canal de Youtoube Dra. Lupita Ramos.
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