¿Quién no ha oído hablar de James Bond? Ese agente elegante y frío que se las arregla para sobrevivir, con licencia para matar, martinis en mano, y un magnetismo que derrite a cualquiera. Es una leyenda. Pero, ¿alguna vez te has preguntado quién fue el genio que lo creó? Ian Fleming. Y su vida fue tan fascinante como cualquiera de las misiones de 007.
Así que prepárate, porque aquí te contamos la historia de Ian Fleming, el hombre cuya imaginación nos regaló al espía más famoso de todos los tiempos.
Los primeros años
Fleming nació el 28 de mayo de 1908 en el seno de una familia adinerada. Su padre era miembro del Parlamento británico y, cuando falleció en la Primera Guerra Mundial, Winston Churchill en persona escribió su obituario. Esa fue la vida de Ian. Pero en lugar de quedarse cómodo con todas esas facilidades, Fleming siempre tuvo una inquietud.
Primero fue a estudiar al famoso Eton College, luego intentó en Sandhurst, la academia militar. Pero la vida militar no era lo suyo. Después de algunos intentos fallidos por encontrar su verdadero propósito, consiguió un trabajo como periodista en Reuters. Pero ni siquiera el periodismo sació esa necesidad de acción que sentía.
La Segunda Guerra Mundial
Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, Fleming no se quedó de brazos cruzados. Se unió a la inteligencia naval británica, adentrándose en el verdadero mundo del espionaje. Lo más interesante es que no era el típico espía que vemos en las películas, con un arma en la mano y saltando por las ventanas. Fleming estaba detrás de las estrategias, ideando misiones peligrosas que parecen sacadas de las propias historias de Bond. Fue un verdadero cerebro detrás de las operaciones, aunque no estaba en el campo de batalla.
Jamaica: donde nació James Bond
1952. Fleming se encuentra en Jamaica, en una propiedad frente al mar que él mismo bautizó como Goldeneye. Entre nadar y disfrutar del sol caribeño, Fleming decidió sentarse a escribir. ¿Y qué salió de ahí? Casino Royale, el libro que nos presentaría al mundo a James Bond.
¿Y por qué Bond? Fleming quería crear un personaje que fuera, en sus propias palabras, “una herramienta contundente”, alguien que pudiera hacer el trabajo sucio que los gobiernos no querían admitir.
Y aquí viene lo interesante: Fleming le dio a Bond muchas de sus propias características. Compartían el gusto por la buena vida (autos rápidos, trajes a medida, mujeres impresionantes, y por supuesto, los martinis “agitados, no revueltos”).
Críticas iniciales y la popularidad instantánea de Bond
Cuando Casino Royale salió a la venta, las críticas no fueron precisamente amables. Algunos pensaban que Bond era demasiado brutal, demasiado frío. Pero, los lectores no podían dejarlo. La mezcla de glamour, peligro e intriga internacional era exactamente lo que el público, todavía afectado por la posguerra, necesitaba. Tanto es así que hoy en día, esa misma emoción y adrenalina la puedes encontrar en los casinos online, donde la popularidad de los juegos de azar sigue creciendo. Únete a la diversión en Jackpot City, y vive la emoción que Casino Royale evocó en su tiempo.
Además, después de Casino Royale, vinieron más novelas: Goldfinger, Dr. No, Desde Rusia con amor, cada una agregando nuevas capas a la historia de Bond.A través de Bond, Fleming comentaba sobre política, el peligro del poder descontrolado y la línea tan fina entre el bien y el mal.
De las páginas a la pantalla
La razón por la que Bond es tan universalmente conocido se debe en gran parte a las películas. En 1962, se estrenó Dr. No, protagonizada por Sean Connery como el primer James Bond cinematográfico, y el mundo nunca volvió a ser el mismo. Las adaptaciones de Bond se convirtieron en un fenómeno global.
Lo genial de Bond en la pantalla es que, aunque ha sido interpretado por diferentes actores – Sean Connery, Roger Moore, Pierce Brosnan, Daniel Craig – el personaje sigue siendo fiel a la visión original de Fleming: un hombre implacable, sofisticado, y siempre listo para salvar el mundo… a su manera.