Carta del lector

Carta del lector

Más reflexiones en torno al asunto de los teísmos:

Negrete, sólo una acotación al tema del glosario de términos sobre las creencias en Dios.

Los mexicanos somos mexicanos por razones históricas, ideológicas y culturales. No lo somos por no ser mexicas, sino por el sincretismo que amalgamó por siglos un signo de identidades, lo que nos dotó de una identificación generalizante. Ya sabemos que el patronímico, cuando no se refiere a un lugar específico, tiene un vínculo ideológico (estado, cultura, visión del mundo, etc.)

Es la invención (inducida) de nuestra identidad que finalmente auto confirmamos, y en ello van nuestros sentimientos, inconsciente colectivo, arraigo, valores, imaginarios.

Así que somos mexicanos, aunque no seamos mexicas.

Armando Martínez Moya.

Por alusión:

La corrección al empleo concreto de conceptos patronímicos, que nos eleva aquí Moya, puede ser acertada o puede ser llevada a la piedra de los sacrificios de los análisis a fondo. Esto es un proceso bien conocido en nuestras discusiones bizantinas y librescas. Pero deseo aclarar que el destinatario de esta puntualización es José Luis Pardo Ruiz, que fue quien empapó en dicha parcela su observación aquí transcrita y no su servidor, a quien alude justo a la entrada de su comentario el buen amigo doctor Martínez Moya. Gracias por su atención.

Juan M. Negrete

Comentario al artículo sobre la Universidad Pública de Silvia Patricia Arias:

Que bien que haya plumas que aborden la trayectoria de nuestra universidad más allá de los consabidos regodeos de su apología institucional y anecdótica. Gracias a Silvia Patricia Arias por salirse de ese esquema y brindarnos un análisis sobre un tema que desde hace tiempo debía ser debatido: la frivolidad y el negocio que pululan en la UdeG, disfrazados de difusión cultural y que sólo Pedro Mellado había abordado.

No es una anécdota, es la expresión cotidiana del grupo de poder que domina la institución. Todo empezó con Raúl Padilla, con el teatro Diana, el auditorio Telcel y luego el centro cultural universitario, obra faraónica, rendida al oropel y a la frivolidad. ¿Dónde está la espiritualidad y la recreación del arte, como lo hace la UNAM?

Armando Martínez Moya

Una perspectiva rural a nuestras aportaciones:

Buenos días. Consumiendo café en mi casa de Zapopan, aah y con taza de la colección. Bien por Negrete que desde el Gruyork (Juan dixit), selecciona temas para leer; en lo personal, me atrapa, en este petit comité. Relatos en 1a persona y en vivo. Así, Negro. Manda fotos de tu ganado y tierras, presas y arroyos, plaza del pueblo y gente🙄😁😁. Al rato en familia voy al zoo GDL, ahí viendo los monos me acordaré de ustedes. Tal vez vea a Armando que anda perdido😁😁😁

Salvador Terríquez

Comentario al cuento Efigenia, de Mel Toro:

Al parecer, a Efigenia, entrada en los tiempos y habiendo evaluado su intervención en la historia, se le hizo más fácil espantar duendes que recibir a su cruel y desatento padre. Modifico el nombre por si acaso alguien reclamase haberse salido de aquella historia y entrar en otra más tranquila. Aunque Agamenón tampoco la tuvo fácil. Terminada la guerra de Troya y todavía con el sabor del triunfo en el paladar, se atragantó. Y tuvo que bajar al Hades a rendir cuentas a Aidoneo. ¡¡Claro, víctima de su esposa Clitemnestra y de Egisto!! Grandes historias las de Ifigenia y Efigenia. Mis respetos al autor. ¡¡Saludos!!

Alfonszo Rubio Delgado