Episodios surrealistas de mujeres
Josefina Reyes Quintanar
Un 4 de noviembre del 2019 hubo un ataque, no mejor dicho una masacre, en un camino cerca de la Mora que acabó con la vida de 3 mujeres y 6 niños de entre 8 meses y 12 años; ellos pertenecían a una comunidad mormona. Miembros de las familias LeBaron, Miller y Langford. Valles enteros del norte mexicano se han ido despoblando debido a la frecuencia de la violencia ocasionada por los carteles que se disputan el terreno. Ese día, hombres armados emboscaron en un camino de terracería a tres camionetas procedentes de la Mora, en los confines de Sonora y Chihuahua.
Rhonita María Miller de 30 años iba con sus cuatro hijos rumbo al aeropuerto de Phoenix a recoger a su marido. Cristina Langford de 29 años y Dawna Ray Langford viajaban en las otras dos con sus respectivos hijos para asistir a una boda. Asesinaron a estas 3 mujeres y a niños de 12, 11, 10 y 2 años, así como unos gemelos de 8 meses que las acompañaban. Otros menores sobrevivieron gracias a sus escondites.
En 2020 detuvieron a un hombre en un centro comercial de Francia por estar grabando debajo de las faldas de las mujeres y una cosa llevó a la otra. La policía, al catear su domicilio y laptop, encontró una historia de terror, cientos de videos en los que se observan 200 violaciones hacia su esposa, hechas por él mismo y por más de 80 hombres. Gisele Pelicot vivió 50 años de matrimonio sin imaginar que durante 10 de ellos su esposo la drogaba para que otros abusaran de ella mientras los filmaba. Dominique Pelicot cometía las agresiones para satisfacer sus fantasías sexuales; reclutaba a hombres entre 26 y 74 años por medio de internet para cometer sus crímenes.
La corte de Avignon nunca tuvo un caso tan mediático. Dominique se ha declarado culpable, y de los 80 hombres que participaron en los actos perversos, 51 ya han sido identificados. Son hombres comunes y corrientes como bomberos, periodistas, comerciantes ¿A ninguno de ellos se le ocurrió denunciar o siquiera pensar que estaba mal lo que hacían?
En el 2010 Ciudad Juárez, Chihuahua, fue el culmen de los feminicidios en todo México. Desde la década de los 90’s empezó la historia urbana en la que mujeres, sobre todo jóvenes y niñas de entre 7 y 25 años, de escasos recursos, estudiantes y comúnmente trabajadoras de las tantas maquiladoras que existen en la ciudad, eran las principales víctimas. En tres décadas el número estimado “oficial”, que por supuesto siempre se queda muy debajo de la realidad, es de 2376 considerando niñas, adolescentes y mujeres. Otra característica es que antes de ser asesinadas, fueron violadas, mutiladas y torturadas. El primer caso, cuya duda es ¿sería realmente la primera? fue en 1991, encontrada en un arroyo de aguas negras, con las manos atadas a la espalda con un alambre de paca. Imposible describir los horrores de cada caso en este espacio. Desde hace años, Ciudad Juárez se ha convertido en la referencia mundial de feminicidios. Del gobierno mejor no hablamos.
Hace algunos días leía un pequeño libro llamado Ocho monólogos del premio nobel de literatura italiana Darío Fo con la colaboración de Franca Rame. Dichos monólogos son hechos por mujeres con el fin de recuperar su dignidad, narrándonos la situación que están viviendo en su lucha cotidiana. Cada caso leído deja una sensación perturbadora en la mente. Son situaciones grotescas con un toque de ironía. Y ese desasosiego hizo que pensara en episodios “reales”, en las noticias y sucesos que día a día conocemos. Los anteriores son ejemplos de lo incoherente y turbia que puede llegar a ser la existencia de algunas mujeres.
