Por José Díaz Betancourt.
Han pasado 23 años desde que se descubrieron los silenciosos pasos de Leobardo Treviño Marroquín,uno de los primeros empresarios de las ” slot machines market” a nivel de calle,fuera de los grandes casinos,más conocidas como máquinas tragamonedas.
La floreciente novedad creció al amparo de una capa blanquiazul en la zona metropolitana y llevo a este personaje a una curul local donde recibió el mote del “diputado maquinitas”.
De ese año a la fecha la industria de la ludopatía tapatía ha crecido a un ritmo sostenido del 4 por ciento anual, afuera de cualquier tiendita en forma ilegal y encubierta por cualquier bandera de gobierno.
El crecimiento desmesurado actual del negocio con matices naranjas y guindas en la metropoli, hace ver al diputado maquinitas como una dulce fábula urbana de antiguos años.
Pilón
Desfallece de dolor y miedo la zona altos norte de Jalisco, al tiempo que se despliegan pregones de coordinación entre todos los niveles de Gobierno, pero todos sabemos que han sido ya muchos años sin control.
