Miles de personas se movilizaron esta semana en más de mil 200 ciudades de Estados Unidos para manifestarse contra las políticas impulsadas por el gobierno federal y por el Departamento de Eficiencia Gubernamental, encabezado por el empresario Elon Musk. La jornada de protestas, considerada una de las más amplias desde el regreso de Donald Trump a la presidencia, concentró reclamos contra la eliminación de programas sociales, la deportación masiva de migrantes, y el desmantelamiento de agencias públicas.
La movilización, integrada por empleados federales, sindicatos, activistas, médicos, veteranos y ciudadanos, tuvo como consigna principal un llamado al gobierno: “¡Manos fuera!”. Las concentraciones se replicaron en ciudades como Washington, Palm Beach, Nueva York, Boston, Seattle, entre otras.
En Boston, la alcaldesa Michelle Wu advirtió sobre las consecuencias de las nuevas políticas. “Me niego a que mis hijos crezcan en un país donde los inmigrantes son tratados como criminales”, declaró durante su intervención.
El Departamento de Eficiencia Gubernamental, dirigido por Musk, fue creado por el actual gobierno con el objetivo de reducir el tamaño del Estado. Bajo esta dependencia se han centralizado recortes que, de acuerdo con organizaciones civiles y sindicales, afectan directamente la salud pública, la ciencia, la educación y los derechos laborales.
Una de las principales medidas fue la eliminación de casi 850 puestos en el Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH), una agencia dedicada a proteger a trabajadores como mineros, bomberos, enfermeras y empleados rurales. Entre las funciones afectadas se encuentran estudios sobre enfermedades laborales, evaluaciones de riesgo y certificaciones de equipo como las mascarillas N-95.
La cancelación de programas como el registro nacional de cáncer en bomberos ha sido señalada por diversos sectores como una amenaza directa a la salud de miles de personas. También se interrumpieron diagnósticos gratuitos en comunidades vulnerables y se suspendieron investigaciones sobre condiciones derivadas de exposiciones tóxicas, como las del 11 de septiembre.
“Trump está destrozando este país. Esto ya no es gobierno, es venganza”, afirmó en Ohio Roger Broom, un exvotante republicano de 66 años que se unió a las protestas.
Sindicatos de trabajadores postales, maestros y mineros han coincidido en que los recortes no representan únicamente una decisión administrativa, sino un riesgo tangible: menor vigilancia sanitaria, aumento de accidentes laborales y enfermedades que podrían haberse evitado con intervención oportuna.
Organizaciones civiles y líderes locales anunciaron que las movilizaciones continuarán en los próximos días y adelantaron que buscarán impugnar en tribunales federales las medidas aprobadas por el gobierno.