Hurgar con catalejos

HURGAR CON CATALEJOS

AMADO AURELIO PEREZ

1990aapc@gmail.com

PAPALOTZI (número 35 primavera 2025)

PAPALOTZI ha difundido el trabajo colectivo a lo largo de veinte años y, a pesar de todo como lo resalta su directora: Beronica Palacios, se ha mantenido volando y promoviendo las voces emergentes, extranjeras, indígenas, reconocidas por el mundo literario. No olvidemos: las revistas son, por definición, programáticas. Su propósito es de intervención en los debates culturales del presente, ya sea fijando posición sobre los tópicos establecidos, ya sea aspirando a establecer su propia agenda cultural. Las revistas emergentes descalifican a las viejas escuelas literarias y se presentan como portavoces de las últimas vanguardias; desautorizan los tópicos del pasado y se ofrecen como las portadoras de nuevas problemáticas, ya sea el modernismo literario, las filosofías existenciales, el reformismo universitario, el marxismo, el psicoanálisis, el estructuralismo o el posmodernismo, hasta llegar a las revistas virtuales y la inteligencia artificial.

Desde mediados del siglo XIX la emergencia del subgénero literario que enseguida se convirtió en favorito y terminó dominando la escena intelectual, durante todo el siglo XX, conoció el ciclo de las revistas y coincide, o se confunde, o incluso no es otra cosa que, el ciclo que va de los letrados del siglo XIX a los intelectuales del siglo XX. Las revistas culturales son impensables sin ellos, sin escritores, críticos, ensayistas, filósofos o artistas plásticos que quieren comprometer su profesión con la esfera pública, que buscan postular una agenda intelectual, que aspiran a disputar un espacio en un campo de fuerzas dado.

El 4 de septiembre de 2004 nació la revista PAPALOTZI. Beronica Palacios Rojas, fundadora y directora,  advierte que si bien existe una  democratización  del  consumo de literatura, la aparición de una revista literaria, hay que celebrarla. Cada una posibilita explorar líneas discursivas y, en el menor de los casos, ejercer la crítica en ambientes de toda índole: complacientes, irreverentes o combativos merecen la pena aproximarse a ellas; el campo literario como el espacio social que reúne a los diferentes grupos de escritores, novelistas y poetas, quienes mantienen ciertas relaciones (de poder) entre sí. A partir de este concepto general, complementado con la teoría cultural de Raymond Williams (particularmente, su concepto de “formaciones culturales”), propongo una forma de abordaje de las revistas literarias y el periodismo cultural a través de su actuación en determinado estado del campo literario, en particular y del cultural, en general.

Tomaremos, para ilustrar a vía de ejemplo, al cuestionar la vigencia de los métodos aplicables a las distintas disciplinas intelectuales, una de las primeras preguntas de investigación, hallar una base de periodización de las tareas fundamentales de la historia literaria, ciencia que —en la medida en que pueda serlo— es tanto descripción de fenómenos como clasificación de los mismos, gracias a la competencia que se produce entre los productores o protagonistas, de la vida literaria.

Una generación se constituye por individuos que pueden ser coetáneos y contemporáneos. En el primero de los casos «deben tener la misma edad y tener algún contacto vital» (Marías, 1949, p. 100). Ser contemporáneo, por otra parte, es resultado de aquella recepción de ideas que se heredan de generaciones anteriores. Así, el filósofo español explica que «tienen la misma edad, vital e históricamente, no sólo los que nacen en el mismo año, sino los que nacen dentro de una zona de fechas» (Ortega y Gasset, 1951, p. 40). De modo que, para ubicar a una generación dentro de una etapa histórica, se usa como referencia temporal un período cuya incisión es de quince años. Entonces, las características que determinan a una generación según Ortega y Gasset son: a. Nacer en el mismo año; b. Ser contemporáneos, es decir, recibir una herencia ideológica similar; c. Ser coetáneos (tener la misma edad); d. Estar ubicados dentro de una misma zona de fechas y, e. Tener algún contacto vital.

En este entendido, resulta pertinente someter a revisión la práctica de la historiografía literaria, que ha enfrentado dos principales problemas: uno, busca explicar los cambios literarios a partir de los cambios sociales; y, otro, responde al método, en cuanto a selección, clasificación, valoración e interpretación de los datos literarios.

Los fenómenos sociales, previos y posteriores a la década de los ochenta, del siglo pasado, en nuestro país sufrieron la competencia, la globalización, las crisis económicas, el fin de la historia, la involución crítica, el surgimiento de nuevos movimientos sociales y los múltiples planteamientos alternativos. Incitan a interrogar, ¿Cómo analizar e interpretar el presente?