Alfonso Enrique Islas Rodríguez

26 de octubre de 2022.- Apenas salgo a caminar en la mañana y me satura la máquina, que hace las veces de una escoba a gasolina absolutamente escandalosa, intrusiva y contaminante, pasos adelante me topo con la segadora de pasto tan ruidosa como la anterior. Ni en los parques consagrados para el descanso evitamos esos molestos aparatos de una tecnología odiosa que altera cualquier armonía.
Por su lado, la noticia de que La Colonia Americana de Guadalajara ha sido designada la más “cool del mundo” ha despertado comentarios diversos respecto al valor real de dicho nombramiento, o es resultado de una propaganda de origen desconocido, más bien politico. Sin embargo el tema de las ciudades es muy cercano a la experiencia cotidiana con ciertos ruidos como los sonidos inarticulados, sin ritmo ni armonía, muy nocivos para la salud.
Las ciudades y la memoria, el deseo, los signos, las ciudades sutiles han sido abordados desde la ciencia por ejemplo en un dossier de Science del ya lejano 8 de Febrero de 2008, en donde se incluyen artículos con títulos sugerentes como el de Re-imaginar las Ciudades, que evocan a “Las Ciudades Invisibles” de Italo Calvino, pasando por el que muestra el fenómeno de urbanización gigantesco que se esta dando en nuestra zona metropolitana, con el asunto del tráfico imposible de vehículos, en la Avenida López Mateos, y en el Viaducto Lazaro Cárdenas que en otros sitios desde hace años ya se han propuesto soluciones con humor, educación y enseñanza.
En otro artículo se revisa como en Durban, Sudáfrica, a orillas del Oceano Índico, la gente sin recursos económicos consigue el agua esencial para la sobrevivencia, que hemos experimentado recientemente en nuestro país y en Jalisco en relación al cambio climático. La revisión de las ciudades con el tema de la gran inversión que los gobiernos están obligados a hacer, en México, Brasil, India, en donde además se lucha contra la corrupción que ha impedido por ejemplo la renovación de la infraestructura hídrica. El problema de las urbes costeñas y el asunto de la disputa política, que retrasa la aplicación de soluciones a la contaminación del aire, continúan en el análisis.
La estupenda cobertura de Science de hace 14 años no cesa; en otro par de artículos, se plantea la posibilidad de que la siguiente generación permita que los automóviles sean eléctricos, que el transporte sea más eficiente y de esa manera descongestionar las calles y avenidas, proponiendo multar fuertemente a quien contamine y no use eficientemente su medio de transporte.
También se reflexiona sobre la toma de territorio de las urbes al campo, lo que irónicamente puede significar que los citadinos nos dediquemos a cultivar alimentos otrora agrícolas, en las azoteas de los multifamiliares. Viendo más al horizonte, puede ser que las ciudades obtengan su energía vital de nitrógeno líquido, transportado por cables superconductores.
Se describe un proyecto de educación y salud cómo herramienta para ayudar a los pobres en México y Nueva York. La transformación de las urbes en el mundo en desarrollo, la salud, el tamaño y la forma de las ciudades del porvenir, delinean la perspectiva.
En otro artículo de Science del año 2016, se describe cómo unos pocos pasos separan uno de los peores ejemplos de la urbanización reciente de China de uno de los mejores. Tianhe Road, una arteria principal en la tercera ciudad más grande de China, tiene ocho carriles de ancho pero está llena de autos. Los peatones se escabullen entre torres de oficinas anodinas y grandes centros comerciales. Solo los valientes andan en bicicleta. El contraste se muestra en Liuyun Xiaoqu, un barrio verde a unos 5 kilómetros del centro de la ciudad, donde las pequeñas calles que antes estaban atascadas por los coches han dado paso a pasarelas y jardineras. Las boutiques, las cafeterías y las tiendas de comestibles se agrupan a nivel del suelo en los edificios de apartamentos medianos. Incluso en un día lluvioso, el vecindario está lleno de vidrieras, de jubilados y de parejas jóvenes. Los residentes pueden caminar hasta tiendas, escuelas y restaurantes, y muchos trabajan en las cercanías. Es un contraste sorprendente no solo con la ciudad circundante, sino también con las áreas residenciales más nuevas en las afueras de la ciudad, donde la gente vive en gigantescas supermanzanas, aisladas de los lugares de trabajo, las comodidades, y que dependen de los automóviles.
Rehacer las ciudades de China y de México no será fácil. Los llamados para abrir recintos cerrados, por ejemplo, han atraído una feroz oposición de los residentes preocupados por el tráfico y la privacidad. La gente se ha encariñado con los coches. “Será difícil llevarlos de regreso al transporte público”. Mientras tanto, los gobiernos deberán cooperar en el tránsito y otros proyectos que son “técnicamente complicados”. Pero se refiere que China “se está moviendo en una buena dirección”.
Las ciudades y los trueques, las ciudades y el nombre, los muertos, el cielo, y los ojos. La ciudades escondidas, las ciudades continuas, las ciudades invisibles aún, pero esenciales en los proyectos y en el imaginario colectivo son todas inventadas pero deben servir de punto de partida de una reflexión válida para cualquier ciudad como Guadalajara y su zona metropolitana. Todos los días lo confirmo en el tráfico creciente y voraz con automovilistas agresivos que encienden sus faros durante el día, pero ni así consiguen iluminar su mente.
Debemos todos promover un debate de cómo queremos que sea la zona metropolitana de Guadalajara. Ustedes amables lectores están invitados.

Referencias
Reimagining Cities. Introduction to special issue. Science. Vol 319. Issue 5864. 8 Feb 2008
China Rethinks Cities. Science. Vol 352. Issue 6288. 20 May 2016