Gustavo Monterrubio Alfaro
09 de septiembre de 2022.- AMLO ha afirmado hasta la saciedad, que el tapado es cosa del pasado, del antiguo régimen, sin embargo, está tan vigente como en los mejores tiempos del PRI, sólo cambió el tipo de juego, porque lo juega con la destreza del tahúr de la estafa ¿dónde quedó la bolita?
Supongo que no pocos se han percatado que está restaurando rituales del viejo régimen. Veamos. No pierde ocasión de placear y presumir a Claudia Sheinbaum; sale del país con toda tranquilidad porque deja las riendas del poder en alguien en el que confía verdaderamente, Adán Augusto López, a quién además mantuvo en la retaguardia, protegido, la primera mitad del sexenio; alimenta la ilusión de Marcelo Ebrard y abre la puerta a otras mujeres principalmente, y a otros, Ricardo Monreal, por ejemplo, no obstante, sus posibilidades reales son remotas. O sea, juega con todas las canicas –suspirantes- a ver quién es lo suficientemente hábil para que acierte ¿dónde quedó el tapado?, o sea, la bolita.
Claudia Sheinbaum tiene en contra y paradójicamente a favor ser judía, no le favorece porque sería muy peligroso entregar el poder a los judíos, le es favorable porque AMLO es cristiano y éstos traen en la punta de la lengua la Biblia y creen a pie juntillas lo que allí escribieron los judíos, por lo tanto, cree sinceramente que la raza elegida son los descendientes de Isaac y podrían influir en su decisión los dogmas religiosos, lo que también es peligroso y contradice no sólo su discurso juarista, sino también el estatus de estado laico.
Adán Augusto López, tiene todo a favor, excepto las metidas de pata personales. Recuerden que Sonora fue la matriz y semillero de políticos en los orígenes del PRI; los neoliberales y los últimos presidentes emanados de la revolución fueron alumbrados en el Distrito Federal; AMLO, simplemente traslada al sur, con epicentro en Tabasco, la incubadora de políticos, y de pasada regresa a la Secretaría de Gobernación la potestad de que gozó: ser la antesala de la Presidencia de la República.
Marcelo Ebrard es un chico bien, que se codea con el yet set y la high society, y obvio, de ser el ungido, se alejaría 180 grados de las políticas sociales de la 4T, no obstante, es parte del juego y AMLO lo anima y desanima según su cálculo político; no se le descarta, pero sus posibilidades son escasas.
Ricardo Monreal, nunca estuvo dentro del radar de la 4T, siempre jugó de free lance, no obstante, AMLO no lo descarta oficialmente, tampoco lo tiene en el rango de elegibles; éste ya urdía desde que se incorporó al proyecto de la 4T su propio plan y su grupo y con éste jugará, pero se irá por la libre, es la opción que también podría elegir Ebrard.
Es muy remota la eventualidad, pero conforme a la teoría de probabilidades, no debe descartarse a nadie, especialmente las mujeres que han sido incluidas en la lista, como Delfina Gómez y Tatiana Clouthier, entre otras y otros.
Mi apuesta es que el tapado es Adán Augusto López Hernández, salvo la mejor opinión y decisión de AMLO; no sueñen, AMLO impondrá candidato a la presidencia porque él tiene los votos, las encuestas serán el instrumento legitimador nada más.
Y por supuesto, tiene asegurado el triunfo en el 24, pero sólo para el más alto cargo del país, porque en el Congreso de la Unión y las gubernaturas y cargos regionales que se jugarán en el 24, las mafias que se han apoderado de Morena, impondrán a sus testaferros, muchos de éstos impresentables, indefendibles e inelegibles y podrían perder distritos y senadurías como ya ocurrió en elecciones precedentes, poniendo en riesgo la viabilidad del proyecto de AMLO; en las elecciones del 2023 en el Estado de México es muy probable que gane la gubernatura, aunque con menos probabilidades podría hacerse con Coahuila, también.
(Foto principal: Político MX)