Alfaro: Cambio de estrategia frente a AMLO

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Enrique Alfaro ha modificado en forma radical su discurso frente al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Rápidamente se dio cuenta que el discurso de confrontación que enarboló en los primeros meses de su gobierno no le estaba generando buenos resultados frente a los jalisciense.

En redes sociales los cuestionamientos a su política han sido abundantes y muy fuertes y sobre todo, las encuestas publicadas no lo estaban evaluando como él y su equipo esperaban. Los abucheos que recibe en los eventos públicos en donde se ha presentado han sido un termómetro para medir el nivel de aprobación de su gobierno y han sido información suficiente para impulsar un cambio de timón en los últimos tres meses. Ahora, se percibe un Alfaro radicalmente diferente frente al gobierno federal y particularmente frente al presidente de la República.

Desde antes de tomar posesión, Alfaro confrontó a AMLO por la distribución del presupuesto federal. Frente a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, el pasado 22 de noviembre dijo: “No vamos a permitir que se vulnere nuestra soberanía ni mucho menos que se traicione el pacto federal, hacerlo sería tanto como resignarnos a una realidad que pareciera y tomando forma de controles desde el centro del país sobre el destino político, financiero, administrativo y de la seguridad de nuestro estado”.

Posteriormente, el 6 de diciembre, durante su toma de posesión, Alfaro dijo que frente al gobierno de AMLO habría trabajo conjunto, pero no sumisión.

Más recientemente, en el contexto de la escasez de gasolina a principio de año, Alfaro criticó la falta de comunicación del gobierno federal: “Que haya respeto a los estados, que haya comunicación, que tengan la atención cuando menos de hablar con nosotros cuando vayan a tomar decisiones que impacte los intereses de nuestra gente. Ojalá PEMEX de la cara y de información” (8 de enero de 2019).

La estrategia de confrontación frente a AMLO que los estrategas de comunicación le sugirieron a Alfaro fue un fracaso, el índices de popularidad del gobernador se desplomó.

En febrero de este año la empresa Arias Consultores publicó una encuesta donde los ciudadanos evaluaban el desempeño de su gobernador en las 32 entidades del país, Alfaro obtuvo una calificación de aprobación de apenas 32.5% de aceptación de los jaliscienses.

Esta caída  contrastaba con la evaluación que la empresa GEA-ISA realizó en marzo donde la población evaluaba con 64% de aprobación el desempeño del presidente de la República, percepción que iba en aumento y que en diciembre fue de 57%. Igualmente los datos de Consulta Mitofsky en febrero de este año, revelaron que AMLO posee la posición número uno, con 67% de aprobación, entre los presidentes de América Latina. Es decir, el error de Alfaro fue elegir la estrategia de confrontación frente a AMLO en momentos en que la población evaluaba bien al presidente y además,  evaluaba como justa la estrategia para enfrentar el robo de combustibles en el país.

Ahora, el discurso del gobernador de Jalisco frente al presidente es de colaboración, de trabajo conjunto, de apoyo a las políticas del gobierno federal. El domingo 12 de mayo, en Puerto Vallarta, Alfaro le dijo al presidente: “Jalisco sabe que tenemos al frente del gobierno federal a un hombre que está luchando por los que menos tienen, nos da mucho gusto ver aquí a los  beneficiarios de programas sociales”.

Sin embargo, a pesar del cambio de estrategia que llevó al gobierno de Alfaro modificar su discurso frente a López Obrador, el gobernador no logra recuperar la confianza de los ciudadanos de Jalisco; en el evento de Puerto Vallarta, Alfaro volvió a ser abucheado por los asistentes.

El mandatario tuvo enormes dificultades para hilvanar su discurso porque el público lo abucheó en todo momento, tuvo que hacer pausas varias veces y todavía en plan retador dijo: “A quienes quieran seguir confrontando al país, les decimos, aquí en Jalisco ganó Andrés Manuel López Obrador y aquí ganó Enrique Alfaro como gobernador de Jalisco. Así de sencillo y le duela a quien le duela”.

Otra vez, AMLO tuvo que salir en su defensa, regañó a los asistentes por los abucheos contra Alfaro y les pidió que ya se dejen de politiquería, que ya chole con los gritos y con la falta de respeto a las autoridades.

¿Cuántas veces el presidente de México tiene que salir a defender a Alfaro en contra de la desaprobación de sus gobernados? ¿No puede Alfaro él solo, con buenas acciones de gobierno, revertir el nivel de rechazo que ya tiene de los jaliscienses?

Es claro que el gobernador de Jalisco no está pasando por un buen momento frente a los ciudadanos. Se prometió mejorar la gobernanza, sin embargo, los lazos de comunicación y unión con los ciudadanos ya está rota. Existen otros factores que contribuyeron a romper la confianza como es los altos niveles de inseguridad, a pesar de las constantes ruedas de prensa del gobernador para anunciar que varios delitos van a la baja, la percepción de inseguridad sigue creciendo.

La prometida “refundación” de Jalisco va ser un fracaso si Alfaro no logra recuperar la confianza ciudadana; es evidente que los ánimos por refundar a las instituciones del estado no ha permeado entre la población, ni siquiera en su equipo de colaboradores más cercanos. Por el momento, ese proyecto sólo existe en los discursos de Alfaro.

Qué bueno que Alfaro ya modificó su estrategia de confrontación frente al gobierno de AMLO. Qué malo que en los hechos aún no haya realizado un gobierno que le permita recuperar la química y la comunión que tenía con los ciudadanos de Jalisco. Lograr ese objetivo requiere mucho trabajo de coordinación, de comunicación entre todas las dependencias del gobierno del estado y sobre todo, humildad para ejercer el poder.

Sin embargo, por el momento en su equipo de colaboradores se perciben novatos, improvisados y ausentes. Esperemos que eso cambie en el futuro inmediato.

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