Después de la borrachera de gloria frustrada, tras la derrota de Chivas, es tiempo de volver a la realidad. Alguien debió recordarle este domingo al gobernador que mientras él disfrutaba de la gran final en el estadio de los Vergara, a las afueras de Casa Jalisco, decenas de familiares de 7 desaparecidos protestaban por la indolencia de la autoridad para atender el principal flagelo social en Jalisco: Los desaparecidos. Ahora Alfaro se despierta temprano y al ver los avances de las investigaciones por fin descubre la cruda realidad y lo “complejo” que es el caso.