Alfaro: pandemia como anillo al dedo

Enrique Alfaro Ramírez-Gobierno de Jalisco-Debate Abierto-Bernardo Jaén-AMLO-López obrador-epidemia-pandemia-coronavirus-covid-19

Como anillo al dedo le quedó a Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco, la pandemia del nuevo coronavirus (Covid-19) para apuntalar su figura en el plano nacional.

Desde el inicio de su gobierno el mandatario estatal ha estado confrontándose al gobierno de López Obrador. Primero fue la demanda para que el gobierno federal entregara mayores recursos a Jalisco, luego se confrontó al impulsarse la política contra el robo de combustibles y posteriormente protagonizó un enfrentamiento por la no adhesión de Jalisco al Insabi. En todos estos temas, Alfaro Ramírez estuvo cuestionando a la Federación, una para deslindarse de sus políticas, otra para diferenciarse frente al presidente de México y con ello construir la imagen de un gobernador que da la cara, que enfrenta los problemas; un político diferente, un gobierno ciudadano.

Todo este proyecto de promoción personal, por supuesto que ha implicado gastar grandes cantidades de recursos público. Todos los videos donde Alfaro se confronta, cuestiona, regaña y contra propone al gobierno de López Obrador se difunden de forma profusa en redes sociales, se pauta para que se exhiban en YouTube, Facebook, Twitter, canales de televisión y prensa. Es decir, la precampaña para la candidatura a la presidencia de la República de Enrique Alfaro en 2024 la estamos pagando todos los que contribuimos con el pago de impuestos.

Sin embargo, a pesar del objetivo de Alfaro de posicionarse de forma positiva en el plano nacional, su estrategia ha tenido un efecto contrario: su imagen del gobernador se ha deteriorado, su popularidad medida por distintas casas encuestadoras se ha desplomado. Incluso las críticas que reciben las publicaciones de Alfaro en las redes sociales son increíblemente altas y virulentas, se percibe enojo y desaprobación de los ciudadanos que se manifiestan en las redes sociales en contra de las posturas y desplantes bravucones del mandatario. A pesar de ello, nada hizo cambiar su estrategia, y persistió en esa postura, seguro de que algún acontecimiento le iba a favorecer.

Por eso fue oportuna la aparición del Covid-19. Durante la pandemia, Alfaro Ramírez ha continuado con la misma estrategia: cuestionar, diferenciarse, proponer, buscar entrevistas en todos los medios nacionales, donde en cada uno de los espacios el 60% del tiempo lo utiliza para recalcar lo que él sí hace, a diferencia de lo que no hace el gobierno federal. Se anticipó, por ejemplo, a las medidas de aislamiento social, suspendió las clases entes la Federación, insistió en realizar pruebas rápidas, ha criticado a los epidemiólogos encabezados por Hugo López Gatell y en general ha cuestionado la “lentitud” con la que, según él, ha actuado el gobierno de López Obrador.

Sin duda el cuidado de la salud de los jaliscienses en muy importante y la epidemia del nuevo coronavirus exige políticas claras, oportunas y efectivas, pero ni este activismo ni esta enjundia se vieron con las epidemias del dengue y la influenza en Jalisco. Durante 2019 y lo que va del 2020, el estado sigue ocupando los primeros lugares en estos padecimientos. En este caso, el gobierno de Jalisco se vio lento, impreciso y muy poco efectivo para enfrentar estas enfermedades que afectaron la salud pública.

La semana pasada Alfaro amagó con salirse del pacto federal, alegando que Jalisco no recibe la cantidad de recursos similar a la que aporta en el pago de impuestos. Con esto, busca escalar su distanciamiento y socavar la legitimidad del gobierno del presidente. No obstante, en este proyecto no va sólo, le acompañan los senadores Verónica Delgadillo y Clemente Castañeda, que diariamente publican en redes sociales duras críticas a los expertos de la Secretaría de Salud. También participan en esta estrategia de golpeteo el Grupo Universidad, cuya figura visible es el rector general de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva.

Villanueva está comprometiendo a la institución para apuntalar un proyecto político muy personal como el de Enrique Alfaro. Se percibe una estrategia coordinada de todos estos actores, dictada por los estrategas de comunicación de Alfaro y diseñada por las empresas favoritas: Eu Zen, IndatCom y La Covacha.

En la publicación de un audio en el que el periodista Pedro Ferriz de Con presenta una conferencia ante empresarios ligados al Instituto Tecnológico Autónomo de México, se menciona que Alfaro planea desconocer al presidente de la República junto con otros gobernadores del occidente de México. Rápidamente, Alfaro Ramírez, en una entrevista radiofónica, desmintió esta aseveración de Ferriz de Con y mencionó que es falso que él forme parte de un intento golpista para desconocer al gobierno.

Esperemos que lo que revela en audio sea falso, pero lo que sí es cierto es que Alfaro, desde el inicio de su gobierno, ha buscado encabezar a la oposición al gobierno de López Obrador, oposición que está ávida de nuevos liderazgos que aglutinen a todos los partidos, actores políticos y empresarios para formar un gran frente opositor que golpee de forma sistemática y mine la confianza de la población.

Ahora Alfaro está usando políticamente la epidemia para continuar con su proyecto de promoción personal, y para ello está dispuesto a someter a los jaliscienses a la más dura prueba: este lunes 20 decidió el aislamiento obligatorio para todos, se sancionará con multa y hasta cárcel quien viole esta nueva disposición, que claramente es contraria a los derechos humanos y que además no cuenta con reglas claras para su operación por parte de las policías municipales del estado.

Una cosa son los objetivos de Alfaro, pero otra es la aceptación de los ciudadanos de Jalisco. Es la población que deberá valorar al final si aprueba la forma en que el gobernador está enfrentando la crisis sanitaria. Esperemos las siguientes encuestas serias que muestren si la imagen del gobernador se ha recuperado como resultado del manejo de esta epidemia, si los niveles de aprobación empiezan a subir arriba del 30%, Alfaro y sus colaboradores podrán gritar “¡viva, lo logramos!”.