Enrique Alfaro Ramírez, tras rendir protesta en el Congreso local como el gobernador 131 de Jalisco, esbozó los cuatro ejes en que se basará para la “Refundación de Jalisco”.

El primer eje que nombró es el de agenda social; después de crecimiento y desarrollo económico; desarrollo territorial; y de seguridad y el estado de derecho.

De ésta última agenda no delineó acciones concretas, sólo se comprometió a mantener una estrategia de seguridad en coordinación con el gobierno de la República y las Fuerzas Armadas, pero bajo el “respeto de los principios básicos del pacto federal”. También rechazó que militarizar el país sea la solución para combatir a la delincuencia.

Reiteró que en Jalisco no “habrá ni acuerdo, ni tregua con los delincuentes, aquí no habrá ni perdón ni olvido (…) Vamos a actuar sin miedo y con determinación. No creemos en las declaratorias de guerra que ya fracasaron en el pasado”.

Adelantó que habrá una depuración de todos los cuerpos policiacos, se añadirán más elementos y se les dará capacitación. Dijo, además, que apuesta por erradicar la impunidad y la corrupción.

Aseveró que se compromete a construir una Fiscalía autónoma, pero “en función de su desempeño”.

A la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero que estuvo en representación del presidente, Andrés Manuel López Obrador, le pidió que le dijera al ejecutivo federal que “de un servidor no encontrará jamás discursos de cortesía política simulada o mezquindad disfrazada de lambisconería (…) Por eso habremos de levantar la voz cuando sea necesario para plantear desde aquí nuestra postura sobre los grandes temas de la patria”.

En su discurso, que tuvo una duración de 51 minutos, y que consistió en la lectura de 17 páginas, Enrique Alfaro agradeció a su primer círculo de poder, a su familia y amigos.

Con relación al tema de agenda social, indicó que se tendrá la mayor “inversión en infraestructura, conectividad y equipamiento en la historia de Jalisco, para que todas las escuelas del estado tengan condiciones de operación dignas”. Adelantó que en su gobierno se hará una “auténtica Reforma Educativa”.

Un compromiso más es que para “garantizar la atención médica de calidad, las 24 horas del día, en todos los rincones del estado”, se dignificará “la infraestructura y equipamiento de los centros de salud existentes”.

De la agenda social de crecimiento y desarrollo económico, impulsará el nivel de ingresos de los campesinos, porque a pesar de que Jalisco es un “gigante agroalimentario”, el “87% de la población rural gana menos de tres salarios mínimos”.

Con relación a su política de desarrollo territorial, mencionó que existirá para los municipios “equidad y proporcionalidad subsidiaria”, renovará la red carretera estatal, y “a garantizar internet de alta velocidad en todos los municipios de Jalisco”.

Reiteró que se impulsará el proyecto la línea 4 del Tren Ligero a Tlajomulco, concluirá la Presa El Ahogado, construirá el libramiento de Puerto Vallarta, y se saneará el Río Santiago.

También dijo que acabará con “la simulación y la corrupción del programa de verificación vehicular y que “el transporte público debe volver a ser un servicio, no un negocio”.

Posturas de fracciones

Previo a su toma de protesta, un representante de cada una de las siete fracciones que integran el Congreso local emitió su postura ante la llegada de Enrique Alfaro a la gubernatura.

Destacó la intervención del coordinador de la bancada de Morena, Bruno Blancas quien para sorpresa de todos, leyó las palabras que pronunció el senador y ahora coordinador de Movimiento Ciudadano durante la toma de protesta del presidente, Andrés Manuel López Obrador, en las que se quejó que las decisiones legislativas son impuestas por la mayoría.

“Y es así como el senador describió perfectamente lo que sucede con la aplanadora de su propio partido en el Congreso de Jalisco. Con tremendas diferencias, claro. En el Congreso de la Unión, Morena enarbola las causas de la gente (…) En cambio, en Jalisco, el partido Movimiento Ciudadano avasalla y violenta los procesos legislativos para cumplir con el mandato de su hoy gobernador”.

El diputado del PT, Oscar Arturo Herrera Estrada,  llamó a atender el saneamiento de la cuenca Lerma-Chapala-Santiago, el tema de transporte público y la seguridad, además dijo que para la transformación de Jalisco se “requieren puentes, no muros”.

La representante del Partido Verde, Rosa Angélica Fregoso, respaldó la defensa que hizo Enrique Alfaro de la soberanía de Jalisco ante la figura de superdelegados que impulsó el gobierno federal.

Los legisladores del PRD y PAN, coincidieron en que es imponte resolver los problemas de movilidad, corrupción, contaminación, inseguridad, entre otros temas, para lo cual contará Enrique Alfaro con su respaldo y voto de confianza.

La diputada priista, Mariana Fernández -prima hermana de Enrique Alfaro- pidió mantener las políticas que funcionaron en la pasadas administración, y advirtió al gobernador que su fracción mantendrá una posición vigilante y crítica.

Ceremonia

El presidente de la Mesa Directiva, Salvador Caro Cabrera inició la sesión solemne en punto de las 10 de la mañana, acompañado a su lado derecha, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, en representación del presidente, Andrés Manuel López Obrador, y a su izquierda, el presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Ricardo Suro.

A la sesión, acudieron 16 gobernadores del país: Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Colima, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, Sinaloa, Tamaulipas, Yucatán y Zacatecas.

En el evento también  estuvieron los gobernadores de los pueblos Indígenas de Santa Catarina y San Andrés, así como los exmandatarios de Jalisco, los priistas, Guillermo Cosío Vidaurri, Carlos Rivera Aceves, y los panistas, Alberto Cárdenas, Francisco Ramírez y Emilio González.

Además, acudieron los comandantes de la V Zona Militar; los de las XV Región Militar y la Octava Zona Naval; senadores, diputados federales, líderes sindicales, líderes de los partidos políticos, presidentes municipales, rectores de universidades, empresarios y autoridades eclesiásticas.

En varias calles aledañas al edificio de Palacio Legislativo se montó un fuerte dispositivo de seguridad integrado por militares, policías estatales y de Guadalajara.

Al concluir la toma de protesta, Enrique Alfaro acudió a la Plaza de La Liberación a donde llegaron contingentes en apoyo al nuevo gobernador.

Después de agradecerles su presencia, se trasladó a Palacio de Gobierno para encabezar la primera mesa de seguridad.