Alianza Alfaro-Padilla: proyecto transexenal

Publicado el

Debate Abierto

Criterios

 

La elección del nuevo rector general de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva, forma parte de los acuerdos políticos que realizaron Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, y Raúl Padilla, jefe político y cacique de la Universidad pública más importante del occidente del país. El arribo de Villanueva como rector general es una pieza importante en la estrategia de Alfaro para conseguir tres de sus principales objetivos como gobernador de Jalisco: a) continuar posicionando su figura en el plano nacional, con miras a la elección federal de 2024, b) la alianza con Padilla permitirá lanzar nuevos capítulos de confrontación en contra del gobierno federal, en especial con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y c) para impulsar la pretendida refundación de Jalisco. Para todo esto, Alfaro necesita el apoyo de Raúl Padilla y del llamado Grupo Universidad, que controla diversos actores políticos e instituciones que tiene bajo su control el denominado “Licenciado”.

Muy atrás quedaron las disputas y diferencias, que parecían irreconciliables entre Alfaro y Padilla, cuando Alfaro ganó la presidencia municipal de Tlajomulco en la elección de 2009 con el apoyo de las siglas del PRD, propiedad de Padilla. Alfaro no permitió que Padilla incrustara a miembros de su grupo en cargos importantes del gobierno de Tlajomulco. Alfaro desafió el poder de Padilla, y como consecuencia tuvo que afrontar la derrota como candidato a gobernador de Jalisco en la elección de 2012, Aristóteles Sandoval ganó esa elección gracias, entre otras cosas, a que el Grupo Universidad puso en marcha una enorme y costosa operación política dentro de la UdeG para apoyar al candidato del PRI, Aristóteles Sandoval.

En febrero de 2010, Alfaro hizo esta declaración en contra de Padilla: “En las últimas dos décadas los jaliscienses han sido testigos de los afanes de poder de Raúl Padilla López. Su modus operandi ha consistido en cercar y secuestrar varias organizaciones e instituciones públicas locales, incrustando a sus incondicionales en posiciones estratégicas de control político y financiero. Bajo el velo de la promoción cultural y la promoción académica, Raúl Padilla López ha construido redes de complicidad para intentar convertirse en factor de decisión en la vida pública de Jalisco”. Esa descripción que hizo Alfaro de Padilla hace nueve años sigue siendo válida hoy en día, sin embargo Alfaro ahora no lo percibe así.

Durante el periodo en que Alfaro quedó en “la banca”, de 2012 a 2015, tuvo tiempo para reflexionar y rectificar la estrategia; se dio cuenta que confrontarse con el poder fáctico que representa Padilla en Jalisco no le rinde buenos dividendos a ningún político jalisciense, así que como cualquier político, Alfaro prefirió pactar con Padilla para, unidos, decidir las cosas importantes dentro de Jalisco.

Durante su gobierno al frente del Ayuntamiento de Guadalajara, Alfaro, como jefe político del partido Movimiento Ciudadano en Jalisco, utilizó el poder que le dejó ganar los principales municipios de Jalisco, así como la mayoría de los diputados del congreso local, para negociar con Padilla en condiciones más ventajosas. Mientras gobernaba Guadalajara, Alfaro echó a andar su costoso equipo de comunicación para impulsar su candidatura a la gubernatura de Jalisco. Uno de los pilares de esa estrategia fue justamente reconciliarse con Padilla.

Como presidente municipal de Guadalajara, Alfaro rápidamente mostró que el conflicto con Padilla ya se había superado. El apoyo que dieron los diputados de MC para que Trino Padilla fuera procurador de Desarrollo Urbano en abril de 2016; Alfaro promovió que varios municipios de su partido destinaran presupuesto público para uno de los negocios de Padilla –el festival de cine– en 2017; la donación del parque Mexicaltzingo que hizo el cabildo tapatío a la Universidad de Guadalajara y, por supuesto, esta alianza se hizo más visible cuando Alfaro decidió apoyar a varios alfiles del Grupo Universidad para que ganaran diputaciones locales y federales. Ninguno de ellos por sí solos hubieran ganado ningún escaño como diputados.

Durante el proceso electoral de 2018, varios analistas se preguntaban ¿por qué Alfaro estaba cediendo varias posiciones importantes a Padilla? ¿A cambio de qué? Las encuestas sobre intención del voto mostraban que Alfaro llevaba una cómoda ventaja sobre los demás candidatos, así que la alianza con Padilla generaba suspicacias, porque parecía que el triunfo de Alfaro se veía casi seguro sin el apoyo del Grupo Universidad.

Ahora, con el triunfo de Villanueva como nuevo rector general se percibe con más claridad que parte de esos acuerdos, que se fueron cocinando en lo oscurito durante varios años, incluían que Alfaro metiera las manos en la sucesión de la rectoría general de la UdeG. Ningún otro candidato, como Ruth Padilla o Solís Gadea, por citar sólo dos ejemplos, hubiera sido útil a los objetivos de Alfaro en su proyecto de alcanzar la candidatura a la presidencia de la República en 2014.

Con Villanueva al frente, Alfaro dispone de la universidad para alcanzar sus objetivos. Las primeras declaraciones de Alfaro sobre el triunfo de Ricardo Villanueva fue que hará un frente común para defender a Jalisco en contra del gobierno federal; por su parte, el rector general electo declaró que planea trabajar en conjunto con el gobierno del estado y enfrentar los desafíos que tenga el gobierno de Alfaro. Villanueva presume sus dotes  de político, más que de académico; esas habilidades las pone al servicio de Alfaro para consolidar su proyecto político transexenal.

En abril próximo toma posesión Ricardo Villanueva como nuevo rector general; es previsible el regreso de priistas y de sus prácticas a la escena pública, ahora dentro de la estructura de gobierno de la Universidad de Guadalajara. Lamentablemente, la transformación de la Universidad de Guadalajara, su necesaria democratización, tendrá que esperar otros tiempos. Con la alianza Padilla-Alfaro, la refundación no entrará a la UdeG. Con el rectorado de Villanueva se avecina un renovado activismo político de la universidad en la escena pública de Jalisco.

En la misma categoria

Otras Noticias