Criminalizan a jóvenes desaparecidos, cuando muchos son víctimas de narcocampamentos

Josefina Real

31 de marzo de 2022.- No todas las personas desaparecidas en Jalisco y sobre todo las y los jóvenes están vinculados de manera voluntaria a las bandas de criminales.

Integrantes del colectivo Luz de Esperanza, tienen como objetivo principal, encontrar a su ser querido con vida, “que se respete el principio de inmediatez, todos los actos en temas de desaparecidos deben ser de carácter inmediato”, expresó Héctor Flores, fundador de dicha agrupación.

Monserrat Zamora, integrante del mismo colectivo, secundó al señor Flores y exhortó a las autoridades para que extiendan las líneas de investigación.

“Se especula que hay campamentos para adiestrar a los muchachos, a las muchachitas para la trata de blancas o para el tráfico de órgano, no solamente es para sicarios del narco, son los jóvenes los que en su mayoría desaparecen”.

Flores agregó que “los campamentos siguen (sic) en Arenales, Tala, Ameca y Lagos de Moreno, tenemos contacto con gente que ha escapado de ellos. Nos han contado sus experiencias que viven ahí, son aterradoras”.

El hijo de Flores tiene 19 años y el de la señora Monserrat 24.

Del año 2013 al 2018, se tenían el hallazgo de 23 campamentos del crimen organizado en Jalisco, según reportó en agosto de hace cuatro años a Reporte Índigo, Carlos Flores Pérez, académico del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).

 

“Narcocampamentos”

Rubén Ortega Montes, miembro del Observatorio de Análisis sobre Seguridad, Justicia y Derechos Humanos de la Universidad de Guadalajara (U de G), informó en entrevista exclusiva con Partidero sobre la necesidad de que la Fiscalía de estatal tenga más líneas de investigación sobre la desaparición forzada de miles de personas en la entidad.

“Muchas de las desapariciones pueden estar relacionadas con estos campamentos para preparar a las y los jóvenes como entes violentos para una especie de guerra de guerrillas”.

El hallazgo de dichos campamentos por parte de la policía estatal, investigadora o de la coordinación de seguridad ha sido de manera circunstancial y no por una investigación o una estrategia de inteligencia.

“Es más sencillo para las autoridades no abrir una carpeta de investigación sobre dichos campamentos, porque con el tiempo ese joven que desapareció aparecerá sin vida tras un hecho violento y el gobierno dirá: se matan entre ellos o era parte del crimen organizado”.

¿Coincide en que es probable que un porcentaje importante de jóvenes que están en las filas del narcotráfico, por ejemplo, no están por voluntad propia?

-Así es, y aunque estuvieran por voluntad propia, esa salida de capotear, ya no es válida, eso de que se matan entre ellos, no es del todo cierto.

Para ejemplo, citó dos botones: el ataque perpetrado hace unos días por un grupo armado en un palenque clandestino en donde murieron 21 personas en el municipio de Zinapécuaro, Michoacán y el ocurrido en febrero del año pasado en la colonia La Jauja en Jalisco, en donde un comando disparó y asesinó a 11 personas, entre ellas un menor de edad. Las víctimas eran principalmente albañiles y herreros.

El también académico del Departamento de Justicia y Derecho del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), afirmó que “se les revictimiza y a eso hay que sumar que Jalisco en materia de homicidios hay una impunidad de 99.05 por ciento”.

Los lugares de entrenamiento llamados “narcocampamentos” se localizan en las zonas boscosas, Altos, Sur de la entidad, playas y hasta en áreas turísticas.

De hecho, en esas zonas, hay “mayor presencia de convoyes, gente armada, camionetas que escoltan a gente con armas que por lo general se utilizan por parte de la delincuencia”.

Ortega Montes, consideró que de los campamentos existentes un 80 por ciento pertenecen al llamado Cártel Jalisco Nueva Generación y el 20 por ciento restante que colindan con las entidades de Zacatecas, Nayarit y Guanajuato, al Cártel de Sinaloa.

Por lo menos, durante la pasada administración del fallecido ex gobernador jalisciense, Aristóteles Sandoval Díaz, se informaba de la presencia de dichos campos de concentración y el desmantelamiento de algunos de ellos, mientras que en la actual del mandatario Enrique Alfaro Ramírez; la fiscalía estatal, “se ha visto rebasada porque los ´descubrimientos´ son a través de denuncias de quienes han podido escapar”.