Análisis a Fondo: Campesinos, nada felices con la política agraria de la 4T
· Hay descontento por la permanencia de políticas neoliberales
· Rechazan que el poder global alimentario dicte la política agraria
Martes 11 de abril de 2023.- Campesinos organizados en el Movimiento Campesino, Indígena y Afromexicano Plan de Ayala Siglo XXI, no están muy felices con la
política agraria del gobierno del presidente López Obrador. Hay
descontento e inconformidad entre la población rural por permanencia
de una realidad contraria a sus intereses.
En la celebración de un aniversario más del asesinato del general
Emiliano Zapata, el Movimiento dio a conocer una proclama, en la cual
presentó propuestas para el debate en torno a la próxima
administración federal 2024-2030.
Los campesinos zapatistas declaran, en el manifiesto, que su gente no
está conforme con los resultados obtenidos hasta hoy. “Aún y cuando
reconocemos y apoyamos los cambios iniciados, como parte de la Cuarta
Transformación, también sabemos que hay descontento e inconformidad
entre la población rural ligada al campo.
Y es que el capital no ha dejado de hacer de las suyas; ha maniobrado
permanentemente, durante todo lo que va del sexenio, para incidir
directa o indirectamente en las políticas públicas rurales y, por otro
lado, las direcciones (los funcionarios o servidores) que encabezan
esas políticas, a nivel de la administración federal y estatales, han
permanecido adheridas al recetario neoliberal, a sus formas y
contenidos. Y ejemplo de ello es la exclusión del campesinado de
muchos procesos, así como la simulación para la desposesión del
territorio y la corrupción muy abierta en algunas de sus áreas.
Los dirigentes campesinos del Movimiento rechazaron contundentemente
que sean los grupos privados nacionales e internacionales los que
definan, en forma exclusiva y excluyente, las directrices para el
campo: “Después de que los gobiernos, desde 1980, abandonaron la
productividad del sector social para apoyar preponderantemente a la
agricultura comercial, los programas puestos en marcha durante el
actual gobierno han sido muy relevantes para la economía campesina,
pero visiblemente insuficientes para consolidar la autosuficiencia
alimentaria del país, y encontramos inconformidad en la base campesina
en los territorios…”
Y es en este punto en el que el Movimiento propone, para la siguiente
administración federal, el Estado. como promotor del desarrollo
agropecuario y forestal, debe refundarse sobre nuevas bases de
políticas públicas. Los cambios en los programas para el campo se
modificaron, pero dejaron fuera a las organizaciones campesinas, con
manos libres para el sector privado; no se ha producido una nueva
ruta, ya que se siguió con proyectos apoyados en entrega directa de
recursos, “sin intermediarios”. Y otro obstáculo lo representó el
cambio del TLCAN al T-MEC. Este último vino a consolidar los acuerdos
del TLCAN, con el compromiso de sacrificar la producción de granos a
intereses globales y locales.
En el manifiesto, los líderes del Movimiento proclaman:
“Es el momento de que la nueva administración federal para el periodo
2024- 2030, con el apoyo de las organizaciones sociales, busque una
vía sustancialmente diferente de desarrollo rural. Nos negamos a
aceptar que sea el poder global alimentario el que dicte la política
agraria, agropecuaria y alimentaria de México.
“Consideramos que hay que retomar y reorientar la estrategia y caminar
rumbo a la soberanía alimentaria, que implica la autosuficiencia
alimentaria y el rechazo al glifosato y los transgénicos, entre otros
elementos cruciales, pero no sólo esos y, mientras tanto, encarar las
dificultades que nos plantea la coyuntura internacional, y saber
bregar con las presiones de los grupos privados locales y con el poder
alimentario global.
“Esa es la base para alcanzar la soberanía alimentaria, la cual tiene
como el centro no sólo que el país tenga independencia en la
producción interna de alimentos, pasando por la autosuficiencia
alimentaria, sino fundamentalmente que esa producción tenga la
característica central de que esos productos sean producidos de forma
nutritiva, suficiente y de calidad, como está definido en la
Constitución (artículo 4o) lo cual no se puede lograr con la
agricultura industrial.
“La agricultura industrial es la que impulsan los intereses de las
transnacionales, y el poder mundial de los alimentos, así como los
grupos de la agricultura privada nacional.
“Aquí lo que está en juego es librar la batalla de la transición, de
una agricultura que produce alimentos envenenados, a otra agricultura
que produzca alimentos de buena calidad y nutritivos y, por supuesto,
en la batalla, los grupos privados están presionando con el tema de la
inflación y la carestía que ha sido muy grave en diferentes momentos
del modelo neoliberal, si lo comparamos con la situación actual, pero
que los medios no ponen en el análisis esas comparaciones y han estado
buscando causas en los factores internos que expliquen la inflación,
que sin duda sí los hay, pero no son de la magnitud de los factores
externos.