Análisis a Fondo: deportaciones masivas

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La Cancillería Mexicana y el Instituto Nacional de Migración enfrentarán nuevos retos de parte del gobierno de Estados Unidos en materia de política migratoria, que no tiene el gobierno del presidente López Obrador. deportaciones

Washington se prepara para aumentar las deportaciones de migrantes que lograron romper la barrera de vigilancia de las policías gringas, pero encarceladas esperan ineludiblemente la deportación, ya que el gobierno estadounidense alega que no puede darles refugio ni asilo político.

Por lo pronto hay unos 15,000 migrantes haitianos, muy abandonados hasta de la mano de dios, que vinieron huyendo de la tragedia de las inundaciones y terremotos, pero sobre todo de la inmisericorde pobreza, que serán agarrados a patadas y deportados, y lo más seguro es que sea a tierras mexicanas, para que el gobierno de López Obrador decida qué hacer con ellos. Al cabo, México se convirtió en el muro de contención para proteger a los Estados Unidos a cambio de varias canonjías sobre todo en materia de comercio exterior.

El Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos anunció, el sábado 18 de septiembre, que aumentará el número y la capacidad de los “vuelos de deportación” para miles de inmigrantes en la fronteriza ciudad texana de Del Rio (sur).

Y los estadounidenses no están pensando si los migrantes fueron deportados de Haití y de otros países por la angustia de no saber si van a amanecer al día siguiente de una hornada de hambre porque en sus lugares de origen no hay oportunidades de trabajo y, de ribete, son maltratados por las fuerzas del orden y por los grupos de la delincuencia organizada. Esto es una gran crisis humanitaria que el gobierno del “demócrat” Joe Joe Biden se niega a afrontar, rompiendo sus promesas de campaña político electoral, que lo llevaron a ser elegido para encabezar la presidencia de la nación.

Y las deportaciones no son para mañana, sino para “ayer”. Las autoridades ya han contratado “transporte adicional para acelerar el ritmo de vuelos e incrementar la capacidad de traslado “hacia Haití y otros destinos en las próximas 72 horas”, que estarían completándose este lunes 20 de septiembre.

Los destinos de las deportaciones, dicen los medios, son: Haití, México, Ecuador, y los países del “triángulo norte” de Centroamérica, Honduras, El Salvador y Guatemala.

Sin embargo, se especula que el destino al que será deportado el mayor número de migrantes es México. Cuyas autoridades tienen que apechugar para repartir a las diferentes nacionalidades de migrantes.

Lo grave de todo es que el gobierno mexicano no tiene una definida política en materia de migraciones, sino que baila al son que le toque Washington. El mismo presidente ha advertido que las fuerzas de seguridad desalentarán en paso masivo de centroamericanos y haitianos por la frontera suroriental, para “protegerlo” de los peligros que existen en el trayecto extensísimo de Chiapas a los estados de la frontera norte.

Un problema muy difícil de resolver para los mexicanos. López Obrador decidió desde un principio sacrificar a los migrantes a cambio de que los exportadores mexicanos tengan camino libre para colocar sus mercancías en los mercados estadounidenses. La anterior administración amenazaba con imponer graves aranceles a las compras de productos mexicanos si no había mano dura y no permitir a los migrantes entrar a territorio estadounidense.

En fin. El hecho es que habrá deportaciones, Biden (y ya lo sabíamos, ya lo esperábamos) no cumple lo prometido en campaña. Así son los demócratas. Son hipócritas como hipócritas son los de la derecha. Y la única diferencia entre demócratas y republicanos es su nombre.

¿Y el gobierno de López Obrador? Está muy claro en lo que tienen que hacer en torno a las migraciones forzadas: contenerlas en la frontera de Chiapas con Guatemala. Y que se joda Tapachula, ciudad tomada por migrantes de todas las nacionalidades que viven, defecan etc. en el parque central Miguel Hidalgo de la ciudad más importante de la región chiapaneca del Soconusco.

 

Foto: Guillermo Flores /ATiempo.Tv

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