Análisis a Fondo: Retira Banxico dinero circulante para atacar la carestía

Foto: Alto Nivel
Retira Banxico dinero circulante para atacar la carestía
·        De acuerdo con los cánones de la ciencia económica, es la
medida antiinflacionaria más adecuada
·        Otra acción inmediata: nuevo aumento de la tasa de interés
interbancaria para enfriar la economía
Miércoles 11 de enero de 2023.- En un intento por controlar la crecida de la inflación, que en el 2022 cerró con un crecimiento de 7.82 por ciento contra el 7,36 de un año
antes, el Banco de México continúa aplicando restricciones monetarias
para contener la oferta y demanda de bienes y servicios en los
mercados locales y así estabilizar los índices de precios.
Una disminución de la oferta monetaria, o lo que es lo mismo, una
política monetaria restrictiva o contractiva, es la decisión adecuada
que tiene que aplicar todo banco central para combatir el crecimiento
de los precios, de acuerdo con la ciencia económica.
Si la autoridad monetaria reduce la cantidad de dinero que circula en
los mercados locales y, con ello, aumenta la tasa de interés, se
desanima el gasto en la economía y la presión sobre los precios se
mitiga. Por eso, a la política monetaria restrictiva se la conoce
también como política antiinflacionista, o de estabilización de
precios.
Actualmente, el banco central es quien controla y regula la emisión de
todo el dinero líquido de la economía, lo que también se conoce como
base monetaria. Este control de la base monetaria lo hace a través de
los instrumentos conocidos como operaciones de mercado abierto (OMA).
En la semana que terminó el 6 de enero, el Banco de México realizó
operaciones de mercado abierto con instituciones bancarias para
compensar una expansión neta de la liquidez por 115,868 millones de
pesos. Esta fue resultado de:
El retiro de recursos de la cuenta de la Tesorería de la Federación y
otras operaciones por 111,469 millones de pesos. Y una menor demanda
por billetes y monedas por parte del público por 4,399 millones de
pesos.
Así, la disminución de dinero en el mercado encarece su costo lo que
enfría la producción pues las empresas que quieren contratar crédito
con la banca comercial tienen que pagar un precio más elevado, lo que
inhibe el proceso de producción. La economía se contrae por el efecto
de la alta tasa de interés, pero el objetivo central del Banco Central
es disminuir la presión sobre los precios al consumidor, en última
instancia.
El objetivo de las autoridades monetarias es bajar al máximo el tope
de los precios de los bienes y servicios. En el caso nuestro, a una
tasa de alrededor del 3 por ciento, meta que, por supuesto, no se
logrará de manera inmediata, sino, según cálculos de los gurúes del
Banco, más o menos a finales del actual sexenio.
No hay que olvidar que el propósito fundamental del banco central es
lograr el control de la inflación, un verdadero y muy oneroso impuesto
que terminan pagando los trabajadores y, particularmente, los pobres
que son la inmensa mayoría de la población.
Así, los saldos preliminares del estado de cuenta, correspondientes al
viernes 6 de enero de 2023, fueron constreñidos por la autoridad
monetaria:
Por una parte, aumentó la reserva internacional del banco en 626
millones de dólares, con lo que su saldo, al cierre de la semana,
ascendió a 199,720 millones de dólares.
Por otra parte, la base monetaria (billetes y monedas en circulación,
y depósitos bancarios en cuenta corriente en el Banco de México)
disminuyó 4,399 millones de pesos, alcanzando un saldo de 2,695,642
mil pesos, cifra que implicó una variación anual de 10.8%.
La cifra alcanzada por la base monetaria, al 6 de enero, significó un
incremento de 261,717 millones de pesos, respecto a la misma fecha del
año anterior.
Las reservas internacionales funcionan como un seguro para afrontar
contingencias generadas principalmente por desequilibrios
macroeconómicos y financieros, ya sean de origen interno o externo.
Son los activos bajo el control de las autoridades monetarias que
están denominados en divisa extranjera y que están disponibles de
manera inmediata.
En México, se integran por activos financieros denominados en las
divisas de mayor importancia en los mercados internacionales, tales
como dólares americanos, euros o yenes japoneses, entre otras.
De ser suficientes, las reservas internacionales también proporcionan
confianza de que el país puede cumplir con sus obligaciones
extranjeras actuales y futuras. Ayudan a que México mantenga una buena
calificación crediticia, lo que genera seguridad para que
inversionistas extranjeros inviertan en nuestro país, y para que los
agentes económicos enfrenten menores costos de financiamiento.
Además, las reservas permiten contar con la capacidad de intervenir en
el mercado de tipo de cambio, de considerarse necesario. Y finalmente,
ayudan a limitar vulnerabilidades externas y a absorber choques en
momentos de crisis, como la crisis financiera global del 2008.