“Son mis angelitos, no los podia dejar” esas eran las palabras de una cansada enferma que en sus brazos cargaba a tres recien nacidos, ella salía a toda prisa del interior del hospital “Gómez Farías” del ISSSTE, en Zapopan, un edificio de 8 pisos. Algunas de las pacientes, con lagrimas en lo ojos veían como otras enfermeras rescataban la carga más preciosa de ese hospital, todos recien nacidos, ante la sacudida de la tierra provocado por el temblor de 7.7 grados, el 19 de Septembre.