Ante el Covid-19 hay que estar alertas pero sin pánico: especialista

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Guadalajara, Jalisco.-En su conferencia “Coronavirus, ¿por qué tanto relajo?”, llevada a cabo en Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), Pedro Martínez Ayala, médico especialista en Infectología del Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde, clarificó diversos temas alrededor de esta enfermedad (Covid-19).

“No debemos entrar en pánico. Este nuevo virus, si bien al principio es impredecible y hay incertidumbre cuando un nuevo agente infeccioso afecta a la humanidad, con el paso de los meses ha demostrado que su mortalidad es muy baja en gente joven”, explicó.

Esto luego de que en días recientes en México se hicieron compras de pánico de cubrebocas y productos desinfectantes como Lysol. Fueron medidas desesperadas que la gente tomó para no ser contagiada por el nuevo brote de coronavirus conocido como Covid-19. Esta situación generó desabasto en farmacias y centros comerciales y reventa de cubrebocas en el mercado informal (una pieza de 85 centavos se vende a más de cinco pesos).

Dichas acciones, explicó el especialista, son consecuencia de la desinformación sobre las causas, síntomas y características del Covid-19 y la epidemia por este virus que ha afectado a más de 100 mil personas en 100 países y causado alrededor de 3 mil 500 muertes, la cancelación o postergación de actividades masivas y la caída de la producción industrial, de las bolsas de valores y del comercio global.

La mortalidad del Covid-19 es apenas superior a 3 por ciento en comparación con otros coronavirus como el Sistema Respiratorio Agudo Severo (SARS, por sus siglas en inglés), con más de 10 por ciento, o el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés), con 35 por ciento.

La tasa de mortalidad del coronavirus es superior en las personas de entre 60 y 69 años (3.6 por ciento), en las que tienen entre 70 y 79 años (8 por ciento) y en las mayores de 80 (14.8 por ciento), además de aquellas que sufren de otras enfermedades como la diabetes mellitus. En los jóvenes y adultos la mortalidad es menor al 0.4 por ciento.

En síntesis, el Covid-19 presenta síntomas similares a la influenza estacional y otras enfermedades respiratorias, su nivel de contagio es más bajo en comparación con el ébola o el SIDA y su mortalidad es baja. Sin embargo esto no es motivo para relajar las medidas preventivas, indicó el médico adscrito a la Unidad de VIH del Hospital Civil.

“La forma más efectiva de protegerse del coronavirus es lavarse las manos con agua y jabón, o alcohol o gel desinfectante; estornudar con la cara interna del brazo y no saludarse de mano o de beso”, mencionó Martínez Ayala.

“El Covid-19 es una infección respiratoria que provoca fiebre en la mayoría de los casos, dolor de garganta y cabeza, escurrimiento nasal y debe haber un antecedente de exposición con un caso confirmado o sospechoso o de viaje a países con transmisión local, principalmente China, Italia, Japón o Singapur”.

El especialista recordó que la principal vía de contagio del coronavirus es por medio de gotitas respiratorias producidas por la tos o estornudos de las personas, no por medio de partículas en el aire, por lo que el uso de los cubrebocas es inútil como medida de prevención sanitaria.

“El cubrebocas es para que las personas enfermas que tengan los síntomas o sean casos sospechosos no transmitan el coronavirus y para los hospitales. Al comprar muchos solo se genera escasez para los hospitales y su personal médico y pacientes”, explicó Martínez Ayala.

Entre las acciones preventivas el médico llamó a lavarse y desinfectarse las manos con frecuencia, evitar tocarse la cara por posible contacto de las manos con superficies contaminadas, estornudar con el brazo en forma de escuadra (el codo doblado) y a la altura de la nariz, y no tener contacto directo con personas sospechosas de padecer esta enfermedad.

Pedro Martínez Ayala se mostró confiado en la capacidad de respuesta del sector salud en México y Jalisco a los cuales ve capacitados para hacer frente a la nueva cepa infecciosa.

“La epidemia de 2009 (A/H1N1) dejó muchísima enseñanza, hay un sistema muy fuerte de búsqueda y localización de casos y de diagnóstico. Creo que estamos listos, sin embargo hay que estar capacitando de manera activa e informar permanentemente a la población”, dijo.   

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