Antidoping a meses sin intereses

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Antes de arrancar el análisis, permítame decir que el caso de Víctor Guzmán debería ser lo más transparente posible, en principio por el ser humano y luego por el atleta del que hoy día pende de un hilo su carrera ante un antidoping positivo.
El caso del Pocho Guzmán, arrojado cinco meses después de que se tomara la muestra,  se basan en la demanda de trabajo que tenía el laboratorio, lo que llevó al retraso. Mientras, en el intermedio, se dio la negociación, fichaje y posible alineación de Guzmán con Chivas.
Pese al cierre del laboratorio de la Conada en agosto del 2019, la Liga MX no sufre por la pérdida de este centro de análisis,  según lo declarado por un colaborador cercano a Enrique Bonilla, titular del fútbol nacional. “El cierre del laboratorio no tiene mayor repercusión para la Liga, ya que hay muchas otras opciones y simplemente se cambiará de proveedor, pero sin afectar la logística ni tener un impacto significativo”, declaró entonces.
Dichas palabras arrojan una suerte de menosprecio e ineficacia de la Liga MX para realizar sus controles antidopaje, y ahí, estimado lector, es de donde se debe buscar aprovechar el precedente del caso Guzmán y no necesariamente en el presumible dopaje.
Si usted realiza la ecuación, la inversión de la liga era de 3.6 millones de pesos  para los 488 exámenes realizados, en promedio, al año, a un costo de siete mil pesos cada uno. Aunque esto cual no era costeable el para el laboratorio de Conade, cuya operación es de 40 millones de pesos, por lo que el derecho asiste a la Liga MX para elegir un proveedor avalado por la Agencia Mundial Antidopaje, según su artículo 71, ya que el reglamento de competencia es a todas luces arbitrario y de bajo nivel.
La idea de pensar en que en el futuro un club deba preguntar a la liga el número de controles antidopaje que se realizaron durante el año futbolístico en turno, cuestionar si ya se tienen los resultados, y más tarde hacer válida la compra del jugador para evitar que suceda lo que a Chivas en el caso Guzmán, es inviable.
Obtener entre cinco y seis meses después el resultado de una prueba antidoping es como comprar a meses sin intereses algún artículo, pero lejos de irlo pagarlo en algún plazo, recibirlo tres o seis meses después, encontrarlo defectuoso y solicitar su reembolso.
Las cifras y datos nos hacen pensar que la liga hace lo posible por pagar poco al laboratorio que le realiza las pruebas y por ello el proceso de entrega de los resultados es tan lento, una práctica que debería erradicarse o bien buscar un esquema más transparente para las pruebas, resultados y transacciones de jugadores en el futuro.
Para Víctor Guzmán el deseo es que salga lo mejor librado posible tanto como atleta y dese luego como ser humano.
Cifras
482 pruebas antidopaje en 2017 para futbolistas de la Liga MX
35 millones de pesos el costo de operación del laboratorio de Conade
350 dólares por examen antidoping por jugador asciende a 7 mil pesos
12 jugadores analizados por jornada
Artículo 71 
El reglamento de competencia de la Liga MX indica que “la Presidencia Ejecutiva de la Liga MX será la responsable de elegir el laboratorio que realizará los análisis de las muestras, de entre los laboratorios acreditados por la AMA”.

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