ARI GARCIA PADILLA PIENSA: NUEVOS PARTIDOS, VIEJOS PERSONAJES

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 En las condiciones políticas existe una adicción de sobrevivencia que hace persistir a quienes forjaron una carrera política, misma que aparentemente se encontraba muerta y reaparecen en la vida pública con la naturalidad de la primera vez que participaran, por ello en el argot popular se dice que en política no hay muertos.

El prefacio de este texto, nos lleva a mencionar dos objetivos relacionados entre sí, que dieron origen al título del análisis, el primero: la publicación en este espacio del pasado 3 de julio, y el segundo: los personajes oscuros y manchados que proyectan la creación de nuevos institutos políticos, con intenciones electorales sin pizca de conciencia civil.

“Aunque la mona se vista de seda, mona se queda”, así se tituló en Partidero albergada en Elemental, la publicación citada que hace alusión a las intenciones de crear un proyecto para oponerse y derrocar en las elecciones intermedias del 2021 al partido político en el poder a nivel federal, cuyo propósito es desintegrar al PRD nacional, para transitarlo a la creación de “Futuro 21”.

Sin embargo, no solamente se reflejan movimientos nacionales, si no también locales que afectan los cimientos del sol azteca próximo a desaparecer. Se rumora que el descontento del líder moral de la U de G con el actual Gobernador ha ido en incremento por el incumplimiento de acuerdos, razón que ha generado el supuesto de que el hombre poderoso de la universidad, perfile la idea de impulsar un nuevo proyecto político para competir en las elecciones cercanas con una nueva cara.

Si bien esta intención es local con el MC, tendrá dos tareas que realizar, la primera combatir con su antiguo socio político, quien cuenta con dicho partido la mayoría en el Congreso y de alcaldías, y la segunda detener el inminente crecimiento de Morena con posibilidades de obtener mayoría en el Poder Legislativo y ganar bastantes municipalidades, que lo lleven a convertirse en la segunda fuerza política en el Estado.

La reaparición de personajes con antecedentes oscuros, invoca el dicho antes mencionado, en política no hay muertos, cuando todos pensábamos que un ex presidente que al final de su mandato se retiraría de la vida pública como todos sus congéneres lo han hecho, o al menos eso aparentan, aparece uno que rompe esta tradición de retiro y regresa con intenciones de robar reflectores que iluminen sus aspiraciones.

Felipe Calderón reencarna con un proyecto impulsado por él mismo bajo la denominación de “México Libre”, con la finalidad de derrocar a Morena en todas sus expresiones en 2021. Ha tenido declaraciones públicas sobre distintas acciones de gobierno, que lo posicionan como figura pública, en su estrategia de retorno al mundo político.

Ha iniciado con tareas de afiliación, asambleas en distintos estados de la república, convocatoria a ex y actuales panistas para que se sumen, sin embargo, el objetivo se torna complicado por la falta de quórum para el registro y lo torna en incierto, con la posibilidad de que el proyecto 2021, se traslade para  2024.

Luego se suma a la lista un personaje polémico, que después de un proceso judicial reaparece y es la ex lideresa magisterial, Elba Esther Gordillo, quien busca retomar su participación en el mundo político.

Redes Sociales Progresistas, es un proyecto que busca el registro nacional como instituto político y la voz de sus integrantes ha declarado la íntima relación que mantienen con Elba Esther, por lo que su participación e injerencia es indudable.

Así podemos detectar tres proyectos que buscan formalizarse y uno que aparenta organizarse, todos con un mismo objetivo, aparecer en las boletas electorales del 2021, sin embargo, los antecedentes de sus líderes e impulsadores, son una mancha imborrable que persiste en sus expedientes judiciales y en la memoria ciudadana, que no olvida la calidad moral que cargan.

De nueva cuenta, dentro del argot político se dice que “cuando los que mandan pierden vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”, y tengamos por hecho, que ellos son el ejemplo, han ejercido el poder y ahora no son vistos como antes lo fueron. En su momento la admiración y el liderazgo prevalecía como valor agregado,  por lo que presuponían sus enfermizas mentes, que la ciudadanía y sus correligionarios estaban a su disposición. Los hechos recientes confirman que ya no lo es,  la poca disposición de afiliarse a sus proyectos es la prueba.

Hay personajes que por el bien común, no deben reaparecer públicamente ni retomar actividades políticas, ya sea por el mal que hicieron o porque fueron arrojados por su ambición desmedida, además de ser necesaria y saludable la rotación y la competencia, ellos ya tuvieron su oportunidad, es momento de la inclusión de otros, simplemente por lo desgastado de su nombre. Parafraseo a Dwight D. Eisenhower: “La política debería ser la profesión a tiempo parcial de todo ciudadano”. Y así deberían asumirlo, parcial y no permanente, por un bien común y no por un interés propio.

 

 

 

 

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