Guadalajara, Jalisco.- El pasado 24 de octubre personal de la Casa del Migrante, incluido el presbítero que dirige el lugar, Alberto Ruíz Pérez, fueron objeto de un asalto y una extorsión, por lo que solicitaron al gobierno federal y a las autoridades locales, en especial a la Fiscalía del Estado de Jalisco, que atiendan lo sucedido como “una agresión a defensores de derechos humanos para personas migrantes”.

A través de un comunicado, el equipo de la Casa del Migrante, localizada la colonia Cerro del Cuatro, en San Pedro Tlaquepaque, narró como en la citada fecha se recibió en el lugar una llamada que alertaba por un supuesto accidente sufrido por el sacerdote Ruíz Pérez, por lo que era necesario entregar cierta cantidad de dinero para hacer frente a sus curaciones.

De esta manera, explicó, un sujeto, haciéndose pasar por sacerdote, acudió al refugio migrante y se llevó consigo fondos (no especificados) “que se tenían para gastos de construcción”.

“Cuando el padre Alberto llegó, se dieron cuenta de que había sido un robo a través de una falsa notificación”, apunta el documento.

Agrega que ese mismo día, alrededor de las 22:00 horas, una pareja se acercó a las instalaciones de la Casa del Migrante para solicitar un servicio religioso, pero cuando se les permitió el acceso “cinco jóvenes armados más”, golpeando a Rúiz Pérez y encañonando a un grupo de religiosas que ahí se encontraban.

Posteriormente los sujetos “removieron todas las cosas hasta que dieron con un sobre de dinero con la cantidad de 20 mil pesos”.

Pese a este suceso y con denuncia presentada ante la Fiscalía del Estado, las autoridades aseguraron que sólo localizaron una huella dactilar pero “que no era legible”.

Por dichos motivos, el equipo de la Casa del Migrante ha determinado suspender actividades con otras organizaciones, incluidas las prácticas que ahí realizan estudiantes, “como una medida de seguridad”, solicitando a las autoridades que den protección al sacerdote Alberto Ruíz, así como la atención del caso en el contexto de agresión a defensores de los derechos humanos.