Guadalajara, Jalisco.-La empresa trasnacional Berrymex, para evadir la responsabilidad de la muerte de un trabajador al interior de unos de sus campos de cultivo, falsificó documentos y declaraciones, por lo que ahora la familia de la víctima denunció de homicidio culposo, entre otros delitos, a la filial de Reiter Affiliated Companies, productor mundial de frutos rojos, con sede en Estados Unidos.
El pasado 29 de enero, la familia del fallecido, Álvaro Gurubel García, presentó una denuncia ante la delegación Regional en Ciudad Guzmán, de la Fiscalía del Estado en contra de Moramex, S. de R.L. -conocida por su nombre comercial Berrymex–, y del médico que firmó el acta de defunción, Antonio de la Rosa Hernández quien nunca especificó las circunstancias de la muerte del joven.
La familia acusa a la empresa de “homicidio culposo, falsedad de declaración, falsedad de documentos, responsabilidad médica y lo que resulte”, y al galeno de “responsabilidad médica”, al estipular que Álvaro falleció a las 16:30 horas, cuando arribo antes de las 16 horas, entre otras irregularidades, según se lee en la querella.
Álvaro Gurubel era originario del municipio de Balacán, Tabasco, emigró a Jalisco para dar una mejor vida a su hija de un año de edad, y comenzó el 6 de marzo de 2019 a laborar como auxiliar en el departamento de Servicios Agrícolas en Berrymex.
Su actividad consistía en dar mantenimiento en el rancho “Los Agustínes”, en Ciudad Guzmán, así como cargar piedras y troncos de madera “sin equipo de trabajo y protección alguna”, según se menciona en la denuncia.
Sin embargo, el 7 de enero su sueño de dar una mejor vida económica a su niña terminó, después de que una abeja le picó mientras laboraba en el campo de cultivo. La picadura le habría producido una alergia que ya no le permitió respirar.
Tardaron alrededor de media hora en llevarlo a la Cruz Roja de Ciudad Guzmán en una camioneta de la empresa, cuando llegó a urgencias ya había muerto, de acuerdo con testimonios de compañeros laborales de Álvaro que recabó la familia.
El cuerpo fue entregado el 9 de enero, en la casa de los padres de Álvaro en Tabasco, por parte de un empleado de la funeraria, y de Guillermo Alamilla Náhuatl quien reveló a la familia que se identificó indebidamente como cuñado del occiso ante Berrymex, y ante el médico que expidió el certificado de defunción.
Guillermo Alamilla es hermano Estephania, madre de la hija de Álvaro, pero nunca vivieron juntos, afirma Marina, hermana de Álvaro. Sin embargo, Berrymex le entregó a Guillermo al día siguiente de la muerte de Álvaro un cheque por poco más de 83 mil pesos por la “terminación voluntaria de la relación laboral” con la empresa. El documento donde se estipula que es una liquidación, fue firmado por Guillermo, a un lado aparece el nombre del hoy difunto.
La familia acusa que el patrón debió de comunicarse con los padres de Álvaro para avisarles de su defunción y no dejar en manos de Guillermo Alamilla los trámites para disponer del cuerpo.
También reclama que no se le practicó la autopsia -en el acta se menciona que fue un infarto agudo al miocardio-, ni se informó al ministerio público del deceso “como lo estipula la ley, por lo tanto se presume que los partícipes en el trámite de defunción y traslado del cadáver fueron manipulados” por Berrymex.
Consideran que esas acciones fueron para “evadir responsabilidades en el pago de prestaciones al trabajador, así como para no asumir su responsabilidad por la negligencia de dotar de equipo de trabajo necesario al trabajador”. La Fiscalía del Estado, ya abrió una investigación por el caso.
Los padres de Álvaro y su hija presentaron el pasado 12 de febrero, una denuncia contra Berrymex, en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, con residencia en Tabasco para reclamar la indemnización que les corresponde por la muerte de su familiar.
