Tapachula, Chiapas.─La caravana de migrantes centroamericanos que se dirige a Estados Unidos llegó ayer a Tapachula, Chiapas, entre llamados de las autoridades de migración para regularizar su estatus legal y las amenazas de Donald Trump, quien amenaza con hacer todo lo necesario para impedirle el acceso a su país.
Al menos 2 mil miembros de la caravana que lograron superar las exigencias migratorias de México arribaron al municipio chiapaneco para pernoctar y continuar, hoy por la mañana, su viaje hacia norte, al cual le restan entre 2 mil y 4 mil kilómetros, dependiendo de la ruta elegida.
En el puente fronterizo de México y de Guatemala quedan aún centenares de hondureños a la espera de ser atendidos por Migración o, en su caso, intentar adentrarse en cruces ilegales por el río Suchiate, la frontera entre México (Chiapas) y Guatemala.
Algunos habitantes mexicanos en la zona han mostrado su solidaridad hacia los migrantes, ofreciéndoles agua y alimento.
Personal del Instituto Nacional de Migración, representantes de organismos civiles y miembros de la Comisión Nacional de Derechos Humanos acompañaron a los marchantes hasta llegar a Tapachula, la segunda ciudad más importante de Chiapas.
El Comisionado Nacional de Seguridad, Manelich Castilla, declaró a la prensa que el gobierno decidió acompañar el andar de los migrantes a fin de que se mantenga el orden en la misma.
Por su parte el delegado de Migración, Francisco Echavarría, dirigió un mensaje a los caminantes para que regularicen su estadía en México y les reiteró que este país les ofrece la posibilidad de solicitar la condición de refugiados.
No obstante, la mayoría se abstiene de aceptar la oferta por temor a ser deportados, un destino que parece inexorable para los 900 compatriotas que, según el gobierno, cruzaron de manera irregular por el río Suchiate.
