Guadalajara, Jalisco.-El malogrado proyecto de los carros eléctricos que sustituirían a las tradicionales calandrias en Guadalajara es el resultado de “la crónica de un fracaso anunciado”, afirmó el arquitecto Jorge Fernández Acosta.
El también urbanista, quien se opuso a dicho proyecto desde que se anunció por el hoy gobernador, Enrique Alfaro Ramírez, cuando era presidente municipal de Guadalajara, aseguró en exclusiva para Partidero que quien debe ganar “es la lógica, la tradición y la cultura, por encima de la imposición y el capricho”.
Sin ocultar su beneplácito, dijo que los carros eléctricos no tuvieron un seguimiento técnico adecuado. “Hay inconsistencias en su funcionalidad; las ruedas se caían, los motores fallaban y no correspondían a la imagen tradicional de Guadalajara”.
La empresa KadLed, S.A. de C.V., firmó en 2017 un contrato con el gobierno municipal de Guadalajara en el que se estableció que otorgaría al ayuntamiento 55 carros eléctricos por un valor de 500 mil pesos cada uno.
La empresa los entregaría a finales de 2019, lo que no ocurrió, solo hay 16 en circulación.
En el contrato, donde se especifica que la empresa donaría al municipio las unidades, tiene “complicaciones jurídicas”, dijo el presidente municipal, Ismael del Toro Castro. Agregó que “no quiero adelantarme porque es mucho lo que tiene que ver con el cierre del contrato, pero estamos ya en la previsión presupuestal para hacer frente y que sean propiedad del municipio”, consignó ayer el diario Mural.
–¿Para qué quiere el ayuntamiento quedarse con los carros eléctricos?
–El ayuntamiento no tiene entre sus atribuciones ser operador de calandrias ni de carros eléctricos, tendría que destinarlos a una actividad interna, pero no para dar servicio público. El municipio no debe quedarse con los carros eléctricos para hacer competencia a las calandrias.
Al presidente municipal, Ismael del Toro, le corresponde realizar una investigación profunda para saber cuáles fueron las condiciones y las circunstancias que derivaron del fracasado programa, “y que haya responsables que respondan a la sociedad”.
–Medio millón de pesos por cada uno de los 55 carros eléctricos no es poco dinero, ¿alguien tuvo un éxito económico?
–Finalmente hubo un negocio turbio que desde un principio lo señalamos también. Seguramente en términos económicos hay un ganador, y, obviamente, al no concretar el proceso, el ciclo de las 55 calandrias pues también debe de haber un responsable. Y lo que también diría es que se abre la puerta para inquietudes, por ejemplo, ¿qué va a pasar con los 39 calandrieros que decidieron dejar el caballo para manejar un carro eléctrico? Y otra cosa, el ayuntamiento no tiene facultades para convertirse en calandriero.
Adelantó que también hay optimismo en el gremio de las calandrias tradicionales, que incluso en breve realizarán una asamblea.
Algunos antecedentes
- En el 2016, el entonces gobierno de Guadalajara, encabezado por Enrique Alfaro Ramírez, anunció un programa piloto para modernizar el transporte turístico
- Para esa fecha, el ayuntamiento tenía el registro de 110 caballos y 55 calandrias.
- En diciembre de 2017 varios calandrieros realizaron huelga de hambre en contra de los carruajes eléctricos.
- Se estableció un comodato a 99 años con un patrocinador (Kadled) a cambio de la explotación de publicidad en la parte posterior de las calandrias eléctricas.
- En caso de que la empresa no renueve la concesión en los primeros 20 años, los calandrieros podrán ser dueños del vehículo
- “2018, Ejemplo Mundial”, se lee en un comunicado de prensa de julio de ese año y que hace referencia a los carruajes.
- En agosto de 2017 se presenta el prototipo del auto eléctrico.
- Alfonso Hernández Olmos, director de APV (Advanced Power Vehicles), es el diseñador del carro.
- En octubre de ese miso año se anunció que a 39 calandrieros se les repartirían los 55 autos eléctricos.
- Sondeos a turistas en medios de comunicación decían que preferían las calandrias a los autos.
- A finales de 2017 entrarían en circulación los primeros carros, no ocurrió así.
- Fue hasta mayo de 2018 cuando entraron en circulación las primeras calandrias motorizadas, se anunció que el resto estarían en movimiento a finales de 2019. Tampoco ocurrió.
“Hoy Guadalajara ha tomado una decisión que no tiene marcha atrás: no más maltrato animal en nuestra ciudad”, reiteró @EnriqueAlfaroR. pic.twitter.com/KbGXkxZb1B
— Gobierno de Guadalajara (@GuadalajaraGob) August 9, 2017