Tlaquepaque, mina de oro para agentes viales y de Estacionómetros

27 de febrero de 2022.- En Tlaquepaque, uno de los centros más conflictivos de la zona metropolitana por la falta de estacionamiento -en al menos 20 cuadras a la redonda-, agentes viales y personal de Estacionómetros del Ayuntamiento, “hacen su agosto”.

Ahí, impera el operativo “grúa”, donde en ocasiones se ve a un solo elemento acompañado hasta por seis grúas, para enganchar o arrastrar todos los carros estacionados en raya amarilla, hacer la faramalla e invertir el tiempo necesario para que aparezca el conductor.

El objetivo es obligarlo a pagar una cifra que va de los 800 a mil 200 pesos por la pura enganchada, de lo contario tendrá que esperar a que su vehículo sea llevado al corralón, lo que le saldrá más caro. Una sanción por parte de la autoridad y el traslado al corralón puede salir hasta en 3 mil 200 pesos, según testimonios recabados por Partidero.com.

A los agentes viales poco les importar si el propietario es turista de otro país, visitante de algún municipio de Jalisco o vecino que no tiene lugar para estacionarse.

El colmo de ello es que. en ese mismo municipio, la autoridad permite o concede a los vendedores ambulantes invadir con sus puestos callejeros, banquetas, calles y plazas.

Ahí no importar si el espacio se debe reservar para el uso público de los peatones, o si existe línea amarilla, ellos no son molestados ni por la autoridad municipal ni por la Policía Vial.

El mandato de la exalcaldesa María Elena Limón, fue el de primero colocar nuevos estacionómetros, luego los mando quitar para promover el concepto de Pueblo Mágico.

De pasada pintaron machuelos en varias de las calles cercanas al Parían de color amarillo y hoy existe varios agentes que de día o en plenas horas de la madrugada, infraccionan o “muerden” a todo vehículo mal estacionado.

 

Además, hay una cuadrilla de trabajadores al servicio del ayuntamiento que su obligación es reportar la mayor cantidad de infracciones en cada jornada.

En Tlaquepaque sí hay una sobrevigilancia para sancionar estos carros estacionados sobre línea amarilla, cosa que no sucede con la seguridad pública, al ser ubicado como uno de los municipios con el mayor índice de robo de vehículos, incluso en el primer cuadro de la ciudad.