Juan Carlos Díaz Morales
Guadalajara, Jalisco.-Ambición de libertad, conocer mundo y enfrentar el reto más grande de su vida, son los ejes que motivan al jalisciense Miguel Ángel Torres en su recorrido que en bicicleta emprendió desde la Basílica de la Virgen de Guadalupe de la Ciudad de México con destino a la Patagonia, en concreto, Ushuaia, Argentina, el último rincón de Suramérica.
Hoy, luego de una parada técnica en esta ciudad de La Paz, la capital boliviana, reanudará su recorrido y aunque ya han transcurrido seis meses de su aventura, sigue motivado como desde el primer día, no obstante haber pedaleado ya 14 mil kilómetros para cumplir su reto.
A través de redes sociales se promociona el ciclista Miguel Ángel para gestionar apoyos, hospedaje y alimentación, pero no a manera de dádivas, sino a cambio de la entrega de su primera publicación Cómo no te voy a querer, libro que narra su primer recorrido en bicicleta desde Estados Unidos a la Ciudad de México.
Entrevistado en exclusiva para Partidero en el barrio San Francisco, el punto de mayor caos vial en La Paz, narra que emprendió el viaje el 7 de marzo de este año y desde entonces ha cruzado 13 países, todos con su encanto, pero se queda por el momento maravillado con Costa Rica por su perfil ambientalista e impresionado con las ciclovías de Panamá.
Justo donde se le entrevista es donde no se ha sentido arropado por los bolivianos y por la escasa comunidad de mexicanos en ésta, la ciudad más alta del planeta. Tampoco se queja: “Aquí ha sufrido el primer desgaste la bicicleta y un ciclista paceño salió ya en mi auxilio”, quien al final de la entrevista aparece.
Agradece que el 80 por ciento de los días transcurridos lo haya hospedado gente que no tenía el gusto de conocer; otras veces ha acampado y pocas, muy pocas veces llegó a hotel. “Me han albergado en residencias, penthouse y también en sitios rústicos”. Al final se dic bendecido por tener una alcancía de amigos impresionante.
Con 15 kilos menos platica entusiasmadamente que en promedio recorre 70 kilómetros por día a una velocidad de 18 kilómetros por hora. Sin embargo, hay ocasiones en que pueden ser hasta 200 y otros 43. Justo en este último referido, los primeros 40 kilómetros los hizo en dos horas y en los últimos tres tardó más de tres horas al enfrentar una montaña en compañía de otro ciclista español, situación que no previeron al trazar la ruta.
Oriundo de Cihutlán, Jalisco, Miguel Ángel Torres, de 50 años de edad, comenta que ha dejado de pedalear en dos ocasiones por problemas dentales, lo que nunca imaginó. “He vivido todos los climas: fríos, calores exhaustivos , nevadas, tormentas, pero siempre llego a la meta, no hay vuelta atrás”, puntualiza.
Lamenta no haber celebrado el “Grito” de Independencia con los connacionales de Cochabamba, muy cerca de La Paz. “Es de las veces que me he sentido deprimido, por eso me urge partir ya a Salar de Uyuni, un sueño acariciado antes de salir de México”, aunque también le motiva encontrarse con el expresidente uruguayo, José Mujica.
Sus 35 kilogramos de equipaje que lleva en sus alforjas, pronto le incrementarán, pues requiere chamarras y botas especiales para su paso por la Patagonia, ya que otros ciclistas han experimentado hipotermia en los dedos de los pies; por ello busca patrocinador para esos implementos.
El pedalista jalisciense salió con 30 mil pesos mexicanos, pero no le duraron más que tres meses, pero gracias a donativos y venta de su primer libro sigue adelante.
Dice que concluyendo el recorrido aproximadamente en febrero de 2020, iniciará la edición de su segundo ejemplar, sin título todavía, pero sí con sugerencias: “Un loco por América”, entre otros.
Lo que sí tiene seguro es volar de la Patagonia a Alaska y desde allá emprender su tercer viaje hasta Estados Unidos y con ello lograr la vuelta a nuestro Continente en bicicleta.