Conquistar nuestra mismidad

Conquistar nuestra mismidad.       

Alfonszo Rubio Delgado

Es un tema un tanto complicado el referirnos a nosotros como humanidad. ¡No debiera! Con todo lo que se nos ha ocurrido, la apariencia se impone como evidencia. Monedas en el aire, organizaciones políticas divorciadas de sus respectivos países. Control férreo de los medios masivos de comunicación. Obras de teatro mal hechas. Protagonistas improvisados sin ninguna capacidad. Voraces y capaces de jurar lealtad al más idiota. Siempre y cuando le cedan el poder, mismo que ni sabe ejercer y avergüenza a todo individuo despierto de conciencia. Obvio que no está dispuesto a tragarse esa basura.

El teatro está montado. En los medios masivos se observa a lo protagonistas haciendo sus ridículos papeles. El objetivo es claro. Aquellos, que les mueven la quijada, buscan hacer aparecer algo natural. Luego, si por los pleitos de esos actorcetes se cae la economía nadie, excepto ellos, tienen la culpa. Luego, la mortandad derivada de los pleititos de esos muñecos de ventrilocuo, no es culpa de nadie. Y de esa manera, quienes propician ese pobre teatro, quedarán exonerados por esa barbaridad. Los títeres morirán, claro en los medios masivos. Después, con otra identidad, gozarán de un pago abundantísimo, procedente de sus propias arcas. Y las manos de quienes realmente urdieron esa atrocidad, quedarán limpias. Es muy triste estar en manos de pésimos actores y actrices. Aún lo es más la poca o escasa conciencia de la gente. Esos que prefieren soportar y someterse que arriesgar.

Aún así, la moneda está en el aire. Deben estar nerviosos tanto los muñecos como los ventrílocuos. Esto no se acaba hasta que se acaba. Ese teatrito montado y tan de mala calidad, deben de vendérselo a quien no conozca de eso. Aún así esperemos que alguna utilidad cómica resulte de ese sainete montado por esos lastimeros “actores” y “actrices”.

Saludos amig@s.