Por: Eduardo Esquivel Torres
Miércoles 28 de mayo de 2025.- Debido al incumplimiento de reparar escaleras eléctricas en varias estaciones de la Línea 3 del Tren Ligero, a pesar de las promesas por parte del Sistema del Tren Eléctrico Urbano (SITEUR) de hacerlo en su momento, ya en el Poder Legislativo exigen cumplan en rehabilitarlas.
Esa línea cuenta con 139 escaleras y 72 elevadores. Actualmente hay escaleras sin funcionar en las estaciones de El Santuario, Calzada Independencia, GDL Centro, Arcos de Zapopan y Lázaro Cárdenas.
“Las escaleras eléctricas y elevadores en muchas estaciones de la Línea 3 del Tren Ligero simplemente no funcionan. Es una situación inadmisible que lleva años y que margina sistemáticamente a quienes más necesitan del transporte accesible”, expresa Yussara Canales González, legisladora del Partido Verde Ecologista, quien hace un llamado a las autoridades correspondientes para repararlas.
Según datos del INEGI, solo en febrero de 2025 se registraron más de 26 millones de usuarios del transporte público en la metrópoli tapatía, de los cuales, la mitad utilizó el tren eléctrico. De ellos, un importante porcentaje enfrenta barreras para subir o bajar escaleras, ya sea por limitaciones físicas, edad avanzada o por cargar carriolas.
La iniciativa de la diputada del Verde, exige que el SITEUR repare y habilite de forma inmediata tanto las escaleras eléctricas como los elevadores en todas las estaciones de los sistemas Mi Tren y Mi Macro.
“No es un lujo. Es un derecho. Es inaceptable que en una ciudad que se presume como hub tecnológico, ni siquiera se garantice algo tan básico como la accesibilidad para todos sus ciudadanos”, agrega.
“Desde abril de 2023, menciona, nos prometieron que en mayo estarían en funcionamiento todos los equipos. Estamos en mayo de 2025 y no solo no se ha resuelto: el problema se ha agravado”, sentenció Canales, quien presentó fotografías recientes de estaciones como Arcos de Zapopan, Guadalajara Centro y Lázaro Cárdenas, donde los equipos siguen fuera de servicio.
Finalmente, aclara que no se trata de una demanda más: “Esto es por dignidad, por derechos humanos y por sentido común. Si el SITEUR no puede garantizar lo básico, entonces es momento de replantear su funcionamiento”.
