Contragolpe: Los desaparecidos y el futbol

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Raúl de la Cruz

Viernes 02 de junio de 2023.- A propósito de los jóvenes desaparecidos, y al parecer asesinados, de un call center de Zapopan, esta es la historia de Melchor Santiago Mariles Fernández de la colonia Echeverría. El “Chon” como le decían en el barrio, era un muchacho bastante sano en todos los aspectos. No estudió, pero desde la infancia se dedicó a trabajar para contribuir en el gasto del hogar.

Alternaba el trabajo con su pasión: el futbol. Dicen sus amigos y familiares que tenía condiciones para jugar en la Primera División. Nunca tuvo la oportunidad de mostrar su talento porque jamás tuvo tiempo para acudir a las pruebas que suelen hacer en los grandes equipos de la ciudad.

De todos modos, cuando jugaba con el equipo del barrio, dicen, se llenaba la unidad deportiva. Era como el Messi de la Echeverría. Menudito, de pelo lacio, delgado y tanto narigón con dos piernas privilegiadas puesto que solía jugar con ambas en cualquier parte del terreno de juego. Chiva de corazón. No se perdía los partidos de tan popular equipo. Tuvo la fortuna de asistir al partido inaugural del Guadalajara en el estadio Akron el 30 de julio del 2010 cuando enfrentaron al Manchester United de Inglaterra. Cantó a todo pulmón el primer gol en ese inmueble por Javier “Chicharito” Hernández.

En ese entonces poco o nada se sabía de los desaparecidos. O cuando desaparecían no tenían la cobertura que se tiene en la actualidad.

Cierto fin de semana de mayo del 2013 “Chon” arregló todas sus cosas de juego porque “tenía un partido importante” en los campos del Maracaná y ahí se iba a trasladar al estadio de las Chivas a un partido Copa. “¿En qué te vas ir?” le preguntó su mamá doña Tere. Le respondió que unos amigos le “iban hacer el paro”. Fue la última vez que lo vio doña Tere. Jamás supo de su hijo.

Le contaron que efectivamente estuvo en los campos el Maracaná. Jugó con su equipo, se lució porque metió dos goles. Se bañó y se fue con unos amigos que no reconocieron los cuates del barrio.

Le dijeron era un carro lujoso, negro, y que apenas cabían los seis muchachos que lo acompañaron. No llegó a casa a dormir. Nunca faltaba. Doña Tere desvelada inició un auténtico periplo en la búsqueda de su “Chon”. Preguntó todos los detalles, fue al estadio con la esperanza que la dejaran ver las grabaciones de los videos del inmueble. Imposible nunca la dejaron.

Lo buscó en la Cruz Verde; en el Semefo. Presentó denuncia ante la procuraduría. Jamás encontró respuesta. Melchor Santiago Mariles desapareció. Sus familiares nunca lo volvieron a ver. Su madre llorando nos dice “si lo mataron lo único que deseamos en que nos entreguen el cuerpo para darle sepultura”.
El tema de la desaparición de personas es un tema bastante delicado que precisa de una estrategia más eficiente. La familia de Chon no volvió a ser la misma. El drama los destrozó.

 

(Foto: Marca)

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