Contragolpe: ¿Y la identidad?

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Raúl de la Cruz

 

Viernes 20 de enero de 2023.- Bastante se hablado sobre la identidad del futbol mexicano. ¿A qué se juega? ¿Cuál es el estilo del balompié nacional?

 

No se sabe por qué en las vitrinas internacionales se suele jugar conforme al técnico en turno de la selección nacional. No practicamos ni el futbol europeo ni tampoco el sudamericano.

 

Pero cómo se va a contar con un estilo de juego definido si en las bancas de los equipos nacionales se imponen los técnicos extranjeros.

 

En el arranque de año en la máxima categoría del futbol mexicano, de los 18 lugares disponibles, once son ocupados por entrenadores extranjeros. Un español: Vlejko Paunovic; brasileño: dos uruguayos: André Jardine y Nicolás Lacarmon; argentinos: Fernando Ortiz, Diego Cocca, Gabriel Caballero, Hernán Cristante, Andrés Lillini, Ricardo Valiño, entre otros.

 

Existe una mayoría de Argentina, pero no jugamos como los campeones del mundo. ¿Por qué hay mayoría de técnicos extranjeros? Porque quienes manejan deportivamente el futbol son los promotores; son los que imponen prácticamente todo. Hasta comentaristas, sobre todo, en la televisión. Habida cuenta de que sólo les interesan los dólares y por supuesto están coludidos con directivos, jugadores y cierto sector de la prensa.

 

Para nadie es un secreto que para sustituir al Tata Martino están promoviendo a su paisano Marcelo Bielsa. Basta con ver las redes sociales, medios impresos y televisivos que para estas personas es el indicado y nos tratan de engañar con manipuladas encuestas tanto en el Twitter como en el Facebook fundamentalmente.

 

Sin embargo, habría que señalar que los mejores resultados de la selección nacional han sido con entrenadores mexicanos: Miguel Mejía Barón Estados Unidos 1994, Manuel Lapuente Francia 1998, Javier Aguirre Japón-Corea 2002, Sudáfrica 2010 y Miguel Herrera Brasil 2014. Sobre todo, en el 94 y en el 98 México practicó un futbol que ganaba y agradaba con un estilo de juego de barrio con jugadores como Jorge Campos, Benjamín Galindo, Ramón Ramírez, Cuauhtémoc Blanco, Luis Hernández. La mayoría surgidos de los barrios de sus respectivas ciudades.

 

Todavía con Miguel Herrera quedaron esos vestigios futbolísticos en Brasil. Es cierto, los resultados fueron los “mismos” pero la realidad es que compitieron con menos equipos, es decir, los equipos mundialistas eran de mayor calidad. Faltó el famoso quinto partido. El de los cuartos de final.

 

No obstante, ¿qué hace falta? En primer lugar, que se pondere el aspecto deportivo por el económico como lo hicieron en su momento países como España, Inglaterra, Holanda, Dinamarca.

 

Fortalecer el trabajo de las fuerzas básicas e implementar una filosofía de juego competitiva similar en todos los estratos. Obvio, que regrese en ascenso y descenso. Pero lo veo lejano porque a los directivos solamente les interesan los billetes verdes. Es más económico traer un jugador extranjero que formar a un mexicano. Deja mayores ingresos, aunque el futbolista no sea de calidad.

 

Podría poner bastantes ejemplos de muchos mexicanos que mejor han preferido picar piedra en otros países porque aquí fueron descachados.

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