¿Crimen organizado o crimen autorizado?

Algunos de los problemas que se han venido acentuando en nuestra entidad, Jalisco, son los de la inseguridad y violencia. El pasado 17 de febrero, se transmitió por diversos medios de comunicación la mesa de análisis titulada de la siguiente manera: ¿Crimen organizado o crimen autorizado? El evento fue organizado por el Observatorio de Seguridad y Justicia, de la Universidad de Guadalajara (aún puede verse entrando a la página de dicha organización).

En la mesa se puso a discusión si en Jalisco existe una delincuencia organizada, poderosa, imparable e implacable o, por el contrario, si ésta ha contado y cuenta con la autorización para actuar impunemente, en contubernio con las autoridades del estado.

La mesa de análisis fue integrada por Alfonso Partida Caballero, jefe del departamento de Derecho Público;, Rogelio Barba Álvarez, jefe del departamento de Criminología; Luis Carlos Sainz, experto en temas de seguridad y finalmente quien suscribe este espacio.

Abrió de manera introductoria el maestro Alfonso Partida Caballero, quien señaló en su intervención inicial lo siguiente: “En Jalisco se cometen más de 2 millones de delitos al año, pero de estos solo se denuncian al rededor de 150 mil, que representan, según los datos del Inegi, tan sólo el 6.4 por ciento. Lo anterior  significa que alrededor del 94 por ciento de los delitos cometidos en Jalisco no se investiga, no entra a estadísticas y son parte de la abultada cifra negra que tenemos en nuestra entidad. La gente no denuncia por que es maltratada por la misma autoridad, no va a pasar nada o puede haber represalias. En los últimos años se ha incrementado el número de homicidios en contra de funcionarios de primer nivel, policías y un largo etcétera. Uno de los grandes males en las instituciones relacionadas con la seguridad en Jalisco, es la improvisación en el nombramiento de “funcionarios” de primer nivel, desconocedores de la materia. La complicidad entre autoridades de Jalisco con la delincuencia es un gran cáncer que daña a nuestra sociedad. Pareciera que hay complicidad entre el ejecutivo y el cártel más poderoso de México”.

Una vez que tomó la palabra el doctor Rogelio Barba habló del crecimiento exponencial de la inseguridad y que cada día hay más violencia en Jalisco. Desde su óptica, la Envipe es muy clara, y dice que el ciudadano se siente inseguro en nuestra entidad, lo cual concuerda con la realidad en que vivimos.

Destacó también que la calidad de la administración y procuración de justicia va a menos, y citó los ataques a Luis Carlos Nájera y, más recientemente, el ocurrido en Los Otates, contrastándolos con el Omar García Harfuch. En los que hay un abismo en resultados. Señaló que sería interesante saber quiénes han estado detrás de los autores materiales de los magnicidios en Jalisco.

Barba también planteó la figura del agente encubierto, a través de la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada, que incluso permite la práctica de la infiltración y podría dar resultados en el combate a la delincuencia. No obstante, para él, lo primer y más urgente es realizar ajustes en el Gabinete de Seguridad estatal.

En tanto, Luis Carlos Sainz destacó que la autoridad está rebasada en Jalisco, ante el actuar de la delincuencia organizada. Desarrolló los casos de la zona de Andares y su similitud con el levantón de la Leche en Puerto Vallarta, utilizando el conocido factor sorpresa.

Consideró que tanto el caso de  Aristóteles Sandoval como en el de Los Otates han dejado en evidencia que el C5 y el Escudo Urbano no están funcionando en Jalisco, pues ni previene la comisión de delitos, ni hay seguimiento en tiempo real. Si acaso su función es únicamente testimonial… en el mejor de los casos. En este sentido destacó que la FGR es la que está a cargo de los cateos y recabando pruebas, en virtud de la desconfianza que hay hacia las autoridades jaliscienses.

Finalmente, Luis Carlos apuntó que en la década de los 80 había más capacidad por parte de las autoridades para el esclarecimiento y sanción de los delitos de homicidio, y que nunca como antes se había estado tan mal en torno a la seguridad.

Hoy en día, con la tecnología que  se tienen, o no se sabe usar o no se quiere usar, lo cual deja mucho en qué pensar. Es lamentable que la autoridad pida coperacha de videos para esclarecer delitos de alto impacto.

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