Crisis de salud y coronavirus que viene

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Ya lo han alertado especialistas en salud y la propia Secretaría del ramo: “es cuestión de tiempo para que el coronavirus 2019-nCoV llegue a México”.

A menos de que se cumplan dos meses de la aparición del peligroso virus en la ciudad de Wuhan, China a fines de diciembre pasado, cuando hay más de 40 mil  infectados, falleció el mismo médico (Li Wenliang) que detectó el virus, y cuando los muertos podrían rebasar hoy el millarSamuel Ponce de León, responsable del Programa de Investigación en Salud de la UNAM, dijo el jueves 6, que en cosa de semanas se presentará aquí el coronavirus, la duda es si estamos preparados o no.

Por lo que hasta ahora se ve y se conoce, no del todo… o tal vez, muy poco.

Al menos, parece que a esta epidemia no se le ha dado oficialmente toda la importancia que tiene. No hay, por ejemplo, medidas preventivas y dudamos que haya los medicamentes adecuados cuando en el sector salud faltan los indispensables, sobre todo contra enfermedades de alta especialidad. Las quejas están a la orden del día en cualquier hospital de Salud pública, Seguro Social e ISSSTE.

Al cierre de la columna anoche se registraban en China más de 900 víctimas fatales, número que rebasa en buena medida al SARS (síndrome respiratorio agudo grave) que es una forma de neumonía.  

Tan poco interés se le ha puesto al virus 2019-nCoV que, en primer lugar, los mexicanos residentes temporales en China, tuvieron que regresar de urgencia al país por otras vías, en viajes especiales de rescate organizados otras naciones y decenas de ellos permaneces en cuarentena en Europa.

En tanto, quienes ya arribaron, particularmente estudiantes  guanajuatenses, no fueron sometidos a revisión o examen alguno como sí ocurrió en ciudades del extranjero en donde hicieron escala, principalmente europeas, en donde han trasbordaron y llegaron al país gracias a ayuda departiculares y de algún gobierno local, no del federal.

Los estudiantes refirieron que únicamente contestaron un cuestionario pero aquí no fueron revisados personalmente.

El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard consideró en su momento que no era necesario enviar avión alguno para traerlos, pese a que muchos carecían de recursos para hacerlo.

Tal vez, el gobierno de la república consideró que no era necesario o juzgó que, si estaban estudiando allá, en viaje de placer o de negocios, tendrían los recursos económicos suficientes, así se tratara de universitarios becados quienes, comúnmente apenas disponen de dinero para sobrevivir. O sabrá Dios qué cosas elucubraría el canciller Ebrard o a qué lineamientos se atuvo.

En cambio, los actuales gobernantes sí se esmeraron en traer los restos vueltos ceniza del cantante José José, muerto en Florida, Estados Unidos, y para eso envió un avión de la Fuerza Aérea, cuando pudieron traerlos en vuelo comercial… Pero había que hacer aquello en grande porque la televisión lo ameritaba y había que satisfacer a las masas con ese espectáculo en el que se empleó además una elegante carrosa.

Por lo demás, salvo afirmaciones del subsecretario de Salud, Hugo López Gatell en la Mañanera de hace dos semanas en que expresó que querámoslo o no, llegará ese virus, no se ha vuelto a tratar mayormente el tema y menos se han hecho recomendaciones de qué medidas deben tomarse; por ejemplo, de aseo personal; uso de pañuelos en caso de tos, estornudo, saludo extraños, sobre todo a quienes padecen influenza o provienen de chinos recién llegados, tipo de medicinas preventivas, etcétera.

Tal vez esperan nuestras autoridades que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declare pandemia para ver qué hacen. Su director, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha advertido ya de la falta de insumos de protección para evitar contagios, tanto en más gente como en el propio personal que atiende a los enfermos en China. Aquí, ¿cómo andamos?

El mismo jueves pasado tuvieron las autoridades sanitarias, un aviso fuerte en el Aeropuerto de la Ciudad de México cuando hubieron de hospitalizar a un coreano que presentó síntomas. Fue aislado y el nosocomio cerrado hasta no tener alguna certeza al respecto, de acuerdo con Grupo Imagen.

Así, mientras todo eso pasa allá lejos, aquí sigue la crisis por desabasto de medicamentos al sector salud provocado tanto por una austeridad gubernamental como por la falta de visión de las autoridades. Así continúa muy limitado el surtido y aplicación para enfermedades terminales o graves como cáncer en niños. No sólo eso, también se carece de materiales de aseo en los mismos hospitales sin que se vea solución en puerta. La culpa, dicen, es de los gobiernos anteriores. No cabe duda, pero también del actual que no asume su responsabilidad.

Hay pues crisis médica y el gobierno no la quiere ver, menos que se puede agravar con el virus que se avecina y no reconoce sectores. Esto se da cuando hay una incidencia creciente en influenza y todavía no salimos del dengue. En enero de este 2020, sólo en Jalisco se confirmaron 61 personas enfermas y 737 probables (El informador, 9-II-20).

Mientras se distrae a la audiencia con la rifa del avión presidencial: que sí, que no. Finalmente que será virtual -porque no se puede rifar un bien público-, y se preguntan si realmente se venderán o no los 6 millones de billetes de 500 pesos cada uno y qué tan bueno o mal negocio será eso cuando ni siquiera es el sorteo más “gordo”.

En fin, nos hacen olvidar de los problemas verdaderamente urgentes a resolver como es este virus que viene, la inseguridad, el decremento económico  y otros más. Hasta se da la impresión que alguien juega con la sociedad.

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