Edificios y lozas de concreto construidos sobre áreas de absorción convierten a la zona metropolitana en un gigantesco resumidero tapado y altamente peligroso por las lluvias. Ayer en la zona de Acueducto 2 personas terminan ahogadas dentro de su vehículo. Por desgracia, queda de manifiesto que para los actuales gobernantes el automovilista es sólo una máquina para hacer dinero con proyectos recaudatorios como la verificación vehicular y las foto-multas, manejados con absoluta discreción. ¿Cuántos muertos se requieren para advertir a la burocracia que lo peor de las inundaciones apenas está por llegar?