Filosofando: Datos curiosos para una egoteca

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Datos curiosos para una egoteca

Juan M. Negrete

No tengo muy en claro qué tanto será dar concesión al narcisismo o bien obedezca a la aportación de elementos nuevos, lo que me propongo registrar el día de hoy. Pero pido una amable disculpa al reducido número de lectores que siguen mis trabajos por mi atrevimiento de hoy. El artículo presente viene a convertirse en mi colaboración número mil. Tal acontecimiento me dice que me debo, al menos yo mismo, una felicitación. Es resultado de registrar mi propia egoteca. Lo hago público, para que la conozca el escaso número de lectores que aún me guardan alguna fidelidad de asiduidad. Proporciono pues la información pertinente sobre este punto.

El año de 1991 el periódico tapatío “El Occidental” me invitó a formar parte del grupo de sus analistas o editorialistas, como también se nos llamaba entonces. Me señalaron el día martes como el indicado para la aparición de mi columna. No llevaría nombre particular que le etiquetara, pero así empezó mi carrera de bandido, como reza un corrido norteño viejo. Creo que se refería tal calificación a Pancho Villa. Pero no nos distraigamos del asunto.

Escribí en tales espacios, con suficiente consistencia, desde a mediados de 1991 hasta 1998, cuando decidí hacer un alto. Pasados algunos años me volvieron a invitar a integrarme a dicha casa editorial y regresé a las andadas. Estuve ocupado en una segunda etapa que duró tres años, del 2006 al 2009. La fecha de aparición de esta segunda etapa la cambié para los domingos, con anuencia desde luego de la dirección de dicho diario. La suma total de mis colaboraciones fue de 502 artículos editoriales.

La revista “Proceso” decidió tirar un suplemento aquí en Jalisco. Dicha empresa duró desde el año 2004 hasta el 2017, cuando decidieron suspenderla. Parece ser que los cambios que trajo consigo la implosión de lo digital en el mundo editorial les llevó a tal decisión, pues les resultó demasiado costosa la publicación del suplemento, aparte de que había bajado el número de sus adquisiciones. Como fuera el fondo de tal decisión, dicho suplemento Jalisco de Proceso ya no volvió a circular. Fui invitado a colaborar desde el principio en esta experiencia editorial y aparecieron en ella 298 artículos producto de una canilla medio insolente, como me lo han dicho muchos buenos amigos.

Sumando los publicados en el diario “El Occidental” con los aparecidos en “Proceso”, contabiliza la producción de mi pluma un paquete de 800 artículos, que ya no es una suma despreciable. Supuse en aquel momento que ahí concluiría mi experiencia de analista político, la línea consistente de mis trabajos periodísticos. Mas no fue así. Los compañeros que integrábamos la plantilla de tal suplemento decidimos continuar nuestra actividad y así fue como terminamos dándole cuerpo a la revista digital “Partidero”, que es la que tú, amable lector, recibes en la pantalla del medio por la que decides abrir para conocer nuestras colaboraciones.

En este medio abrí mi columna Filosofando. Van aparecidos ya, con el de hoy, la friolera de 199 artículos. O sea que me falta uno nada más para completar la cantidad del millar. Pero entonces obliga la pregunta y me dispongo a contestarla aunque aún no me la hayan elevado: ¿Cómo está esto de que me dispongo a festejar con este artículo el millar, si aún faltaría uno para completar tal número de colaboraciones, producto de mi canilla?

La respuesta obligada va aquí: Como puede imaginar con todo acierto cualquier buen lector, a la hora de imprimir los trabajos, en todos los medios surgirá más de alguna desavenencia entre el autor y el medio. A mí me ocurrieron algunos pasajes de ensayos de mutilación y/o de corrección de estilo, como nos ocurre a todos. No hay ningún misterio en estos pasos. Incluso puedo mencionar que hubo algunos trabajos que no vieron la luz. Pero no alteran la contabilidad que estoy reportando.

Hubo, empero, un artículo que sí debió haber aparecido y que me fue censurado, sin que se me corrieran las atenciones del aviso pertinente. Y ése tal lo considero yo hasta la fecha como publicable, como injustamente sepultado. Así que, incluyéndolo, cumple mi cuenta el millar de trabajos de esta índole y por eso suelto las campanas al vuelo de mi festejo personal.

Dicho artículo debió aparecer el día 19 de marzo del año 2006, en el periódico “El Occidental”. Trataba sobre aquel incidente infausto en el que AMLO apostrofó a voz en cuello a Vicente Fox: Ya cállate, chachalaca. Recuerdo, como si fuera el día de hoy, que a partir de este hecho toda la parafernalia mediática, oficialista y nacional arrancó su abierta campaña para desvirtuar y poner en la picota a Obrador, como a personaje político que no merecía ocupar la silla presidencial. Era lo que estaba en juego en esos días, en contienda contra Calderón, candidato del PAN, y contra Madrazo, el del PRI.

Mi artículo de marras tomaba partido a favor de Obrador en dicho incidente, con todo lo apostrofante y fuera de tono que hubiera resultado. Pero entendí bien que la consigna nacional venía en el sentido de desdibujar y desmantelar la fuerza popular que iba en aumento contra la candidatura de Obrador, para que no lograra ocupar el sitial disputado del poder ejecutivo. Ni así pudieron frenarlo y tuvieron que recurrir al fraude electoral. Pero esto ya se sale de la historia de mi articulito de marras y del autofestejo por mi colaboración mil. Nos leemos en la siguiente. Gracias.

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