¿De cuál Alfaro o de cuál Mencho saldrán más verdades?

Partidiario

Criterios

 

Del video que circuló profusamente la semana pasada, en el cual Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, cuya voz, para algunos (los que saben, como Anabel Hernández, por ejemplo) es verdadera, pero para otros (la policía) no lo es, sorprende la acusación que hace en contra de Enrique Alfaro Ramírez de haber roto un supuesto pacto que tenía con él.

Pero igualmente sorprende que la respuesta oficial haya sido tibia. Quizás demasiado tibia para deslindarse. Sin contundencia.

Se trató más de una contestación retórica, política; sin ese deslinde claro que los gobernados esperaríamos, las dudas quedaron sembradas en la gente y, con ese sólo hecho, el líder del Cártel Jalisco Nueva Generación logró su objetivo.

Por ende, repito, las palabras de Alfaro Ramírez (que quizá se las hayan escrito) dejan más dudas que certezas.

En el video de escasos cinco minutos y en el que aparece más de una veintena de hombres uniformados, camuflados y fuertemente armados, Oseguera Cervantes afirma que el gobernador rompió –sin explicar en qué consistía- un pacto con él para cedérselo a Martín Coronel, sobrino de Ignacio Coronel, quien hasta su muerte (el 29 de julio de 2010) en un asalto del Ejército a su casa de Colinas de San Javier, era quien controlaba la plaza de la zona metropolitana de Guadalajara para el Cártel de Sinaloa.

En su comunicado videograbado, El Mencho se deslinda de distintos actos delictivos cometidos en varios estados del país, como el cobro de pisos, secuestros y extorsiones, y se deslinda también de las casas de seguridad que a últimas fechas se han encontrado aquí, con muertos y personas retenidas a la fuerza que fueron secuestradas.

Más adelante asegura que Alfaro era amigo de Nacho Coronel y que por ese motivo hizo trato con Martín Coronel, El Águila, y con Esteban Rodríguez, El Güerito, para sacar al CJNG del estado, incumpliendo “Alfaro un trato que hizo conmigo, Mencho Oseguera, el cual no cumplió en lo más mínimo”, y que, en cambio, hizo un trato con los antes mencionados “para sacarnos de Jalisco, pensando que lo podría hacer de la noche a la mañana”.

De paso, el protagonista del video señala a Alfaro de tener cuentas bancarias en el paraíso fiscal de Islas Caimán y en Suiza, y pide a Andrés  Manuel López Obrador que lo investigue.

Asimismo, acusa al gobernador de la inundación que sufrió San Gabriel el domingo 2 de junio pasado por el desborde de un arroyo, a causa de la deforestación causada por el desmonte para la siembra de aguacate, en donde su familia tiene sembradíos.

Lo que no se dice es que no son los únicos productores de aguacate en dicho lugar; hay más agricultores de diferentes partes dedicados a esa actividad en la zona.

A todo esto, el gobierno de Jalisco se concretó a responder mediante un comunicado: “Para el gobierno estatal el combate a la violencia es un asunto de la mayor serenidad. Por eso, desde el inicio de esta administración dejamos claro que este gobierno no dialoga, ni dialogará con delincuentes”.

Agregó que se trata de un montaje armado con “mentiras que tienen únicamente la intención clara de difamar, intimidar, desinformar y generar miedo entre los ciudadanos”, y precisa que “no merecen más que una sola respuesta: el gobierno del estado de Jalisco seguirá haciendo su trabajo y presentará la denuncia correspondiente ante la FGR”.

Esa fue toda la respuesta oficial.  En ningún párrafo desmiente, de manera rotunda, que se haya hecho trato alguno con una u otra parte: con el CJNG o con el Cártel de Sinaloa, que, por lo que dice una de las partes, están en guerra.

También ignora la acusación de alguna inversión a nombre de Alfaro en el extranjero.

Por esa razón, la duda persiste… o se acrecienta, sobre todo entre los enemigos del gobernador, ni duda cabe.

Que El Mencho diga medias verdades o mienta  y haga afirmaciones que pudieran no ser exactas o cercanas siquiera, y, al contrario, ser calumniosas y difamatorias, el problema es de quien las vierte y, en este caso, se entiende, está en lo suyo. Él está más allá de la clandestinidad, en la presunta delincuencia, y desde la misma habla y dice sus cosas.

Pero que el ejecutivo estatal no responda firme y contundentemente: NO, cuando hay que decirlo y SÍ, cuando es preciso, es un grave error como persona y como el político que tiene a su cargo toda la entidad.

Eso sí, mientras la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana desmiente que sea la voz de Oseguera y ahí se queda, nuestro gobernador se va con todo en contra de la periodista Anabel Hernández, quien sí identifica la voz de El Mencho, y en vísperas de las elecciones del año pasado afirmó que Alfaro era investigado por el gobierno norteamericano por supuestos nexos con el narco.

Lo que sí es cierto es que Alfaro ha viajado a Estados Unidos en varias ocasiones y no ha tenido ningún problema en lo que lleva en el gobierno, cosa que no hizo en su tiempo de gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones, cuando diarios estadunidenses dijeron lo mismo de él.

Como quiera, nos queda en deuda el gobernador. Ojalá, por el bien de todos, que pronto las cosas se aclaren.

Entre tanto, ¿en cuál de los dichos de ambos protagonistas de este asunto habrá más verdades? Esa es la duda.

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