De penitenciaría a museo

De Penitenciaría a Museo

Josefina Reyes Quintanar

Foto: Especial

Sobre la Calzada de Guadalupe, construida de cantera rosa, se encuentra la Antigua Penitenciaria del Estado. Pareciendo una fortaleza medieval alberga la historia de muchas vidas que pasaron varios años en ella.  Catalogado como monumento histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), este centro cultural se encuentra en la ciudad de San Luis Potosí. El edificio principal se comenzó a construir un 5 de febrero 1884, por mandato de Porfirio Díaz. La penitenciaría como tal se inauguró en 1904 y para marzo de 1999 sería cerrada por sobrepoblación y por el crecimiento acelerado de la ciudad. Fue reinaugurado en 2005 para su restauración y transformación.

Es considerado también un recinto histórico, ya que en una de sus celdas estuvo preso Francisco I. Madero durante un mes, siendo acusado de conspirar contra el régimen de Porfirio Díaz. Cuentan que en ese episodio fue cuando se gestó el Pan de San Luis, que iniciaría la Revolución Mexicana. Dicho Plan fue fechado el 5 de octubre, último día que Madero pasó en la penitenciaría. Actualmente se conserva la celda donde estuvo y puede ser visitada.

En su época fue considerada una de las cárceles más modernas, debido a su modelo panóptico, un tipo de arquitectura carcelaria cuyo objetivo es permitir observar la totalidad de la superficie desde un único punto; así todos los reclusos pueden ser observados sin que ellos sepan en qué momento los vigilan. Este modelo fue ideado por el filósofo Jeremy Bentham a finales del siglo XVIII. Lo más importante del panóptico es el efecto que tiene sobre el detenido, un estado consciente y permanente de vigilancia y por lo tanto un funcionamiento automático del poder sin que éste se esté ejerciendo a cada momento.

Inaugurado el 7 de agosto del 2008 como Centro de las Artes de San Luis Potosí Centenario, actualmente es una institución dedicada a la educación, producción y divulgación de las artes como son la música, las artes visuales, la literatura, el teatro, la danza y las artes escénicas. Cuenta con biblioteca, exposiciones y programas culturales.

Y por si todo lo anterior no fuera suficiente, en 2018 se estrenó ahí el Museo Leonora Carrington, quien fue una de las artistas más prominentes del surrealismo en México y el mundo. Es el primer espacio dedicado a ella y en él se pueden encontrar sus esculturas, grabados, pinturas, joyas, textiles y objetos personales. Hay un restaurante, dentro del museo, que ofrece dos veces al mes “cenas surrealistas”, comidas de 9 a 10 tiempos en los que cada uno cuenta una historia o rinde homenaje a algún otro artista del surrealismo.

Se pueden visitar además sus ocho espacios abiertos: cinco jardines, la Casa Rosa, el Espejo de Agua y el Patio del Solar. Cuenta también con un faro al aire libre y el Teatro Polivalente, donde se realizan presentaciones variadas. Mayor comercial no le pude hacer a este recinto, el cual vale la pena considerar en algunas vacaciones, si visitan la ciudad de San Luis Potosí.

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